Cada semana llegan cinco casos al proyecto Barnahus, una iniciativa en la que la ciudad fue pionera y que ha ido extendiéndose hasta llegar a doce municipios más de toda Catalunya
En 2024 se atendieron cerca de 2.900 víctimas en Catalunya, el 78% de las cuales eran niñas, y más de la mitad de los abusos ocurrieron dentro de la familia