Su salida tiene un peso más simbólico que práctico, ya que la coalición de Netanyahu mantiene su mayoría de 64 escaños en la Knéset (Parlamento israelí)
La visita del líder de Vox se produce en un momento de máxima tensión ente ambos países tras el reconocimiento este martes del Estado Palestino por parte de España
Israel quiere iniciar, después de la guerra en Gaza, una campaña de asesinatos selectivos contra unos dirigentes «marcados para morir» desde la masacre del 7 de octubre