Por un lado, la concienciación y el proyecto Barnahus, y, por otro, el aumento de la delincuencia, provocan que los casos hayan aumentado un 345% desde el año 2015
Tarragona ha sido pionera en este modelo de intervención que ahora se extenderá a toda Catalunya. En poco más de tres años se ha atendido a 622 víctimas, la mayoría niñas