El Ayuntamiento de Reus presentará alegaciones al estudio informativo de la futura estación intermodal del Camp de Tarragona, que se ubicará entre Vila-seca y Reus. Como ha detallado la tarde de este martes, 19 de marzo, la concejala de Urbanisme, Marina Berasategui, las reclamaciones van en la línea de ampliar la capacidad de la futura estación; mayor intermodalidad y conectividad con el resto de infraestructuras; y reducir el impacto ambiental.
Más al detalle, la concejala ha desgranado que la apuesta del Ayuntamiento de Reus es que la infraestructura cuente, al menos, con seis vías. Son dos más de las previstas actualmente (cuatro) y, según defiende Berasategui, «mayor capacidad permitirá garantizar la máxima intermodalidad» ferroviaria. En esta línea, valora como un «acierto» la ubicación de la futura estación, en el cruce entre la línea de alta velocidad y la convencional (en la zona de La Plana), «siempre que se garantice, también, la intermodalidad de todos los medios de transporte». Así pues, entre las alegaciones, el consistorio pide conectar la estación intermodal con la del AVE del Camp de Tarragona a través de un tren lanzadera; así como una conexión fluida con Barcelona que «conecte las dos principales conurbaciones urbanas de Catalunya y sus aeropuertos».
Para también garantizar una mayor capacidad de la futura infraestructura ferroviaria, el Ayuntamiento pide segregar el transporte de pasajeros del de mercancías, con un trazado que las aleje de la zona urbana y habitada. Si las mercancías, finalmente, pasaran por la estación intermodal, «hay que prever medidas para que lo hagan de forma segura y segregada de los viajeros», reclama Berasategui.
Acceso en bus, bici y andando
Entre las alegaciones, destaca un paquete referente a la intermodalidad, no únicamente ferroviaria, sino que también confluyan el resto de medios de transporte. En esta línea, Reus pide garantizar una conexión fluida con el Aeropuerto de Reus a través de un bus lanzadera que, además, el Ayuntamiento abre la puerta a que se contemple la posibilidad de ser gestionado por la empresa municipal Reus Transport. Sobre el bus urbano, la capital del Baix Camp también alega que haya una parada en la estación intermodal para su regulación.
En cuanto al vial de acceso a través de la rotonda de la T-11 y la avenida de Bellissens, Reus propone mejorarlo y diseñarlo con espacios para buses, carril bici y peatones. Así mismo, para garantizar el acceso a la nueva estación de forma sostenible, se propone adecuar los caminos de conexión con La Plana y Vila-seca y definir itinerarios ciclables a los nuevos viales y que conecten con la red de carriles bici de las avenidas de Bellissens y Salou, además, de incluir un aparcamiento de bicicletas vigilado en la misma estación.
En clave medioambiental y de ciudad verde, Marina Berasategui ha expuesto tres cuestiones: que el edificio de la estación incorpore un diseño y medidas de construcción sostenibles; mantener la conectividad de los caminos rurales de la zona afectados por el proyecto; y que toda el área de la estación cuente con arbolado y pavimentos que drenen para mejorar su integración paisajística.