Reus creará una red de refugios climáticos en patios y solares contra las olas de calor

El Pla per l’Energia Sostenible prevé espacios donde resguardarse de las altas temperaturas. También que los comercios consuman 100% renovables y 8 barrios vulnerables rehabiliten sus edificios

02 noviembre 2022 20:04 | Actualizado a 03 noviembre 2022 07:00
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Una red de refugios climáticos, espacios urbanos pensados para resguardarse en situaciones meteorológicas desfavorables, protegerá a la ciudadanía reusense de las olas de calor. El Ayuntamiento seleccionará patios y solares de equipamientos municipales, tanto interiores como exteriores, para habilitarlos, plantando vegetación, colocando señalización y redactando las normas de uso específicas. Reus sufre una ola de calor cada cuatro años y su frecuencia «está aumentando de manera exponencial», tal como recoge el Pla d’Acció per l’Energia Sostenible i el Clima (PAESC) que el gobierno acaba de aprobar y que detalla 33 acciones de mitigación y otras 11 de adaptación al cambio climático. La temperatura en la ciudad habrá subido 1,4 grados en 2050.

El PAESC recuerda que «estas olas de calor son especialmente graves en segmentos de población más vulnerables a causa de su condición socioeconómica, su edad muy temprana, muy tardía, por su condición sanitaria o por su entorno». De aquí la necesidad de dar lugar a una primera red de refugios «para que los vecinos puedan guarecerse».

Apoyándose en las experiencias de otras ciudades, el Ayuntamiento evaluará la idoneidad de los edificios públicos, empezando por los de su titularidad. Analizará las condiciones de vegetación, aislamiento, temperatura, agua, bancos o accesibilidad, así como la capacidad máxima de acoger a personas. También mirará la situación económica de los residentes en los alrededores, el tamaño de las viviendas –cuanto más pequeñas, más necesidades de espacio libre– y su año de construcción –a más antigüedad, menos confort–. En estos estudios se incluirán los gastos de la revegetación y puesta en marcha, y propuestas de participación ciudadana.

En paralelo, según especifica el PAESC, el Ayuntamiento aprobará un plan de choque frente a olas de calor con los refugios más inmediatamente activables, así como una estrategia a corto, medio y largo plazo para proteger al máximo de población vulnerable. Y, además, tramitará una ordenanza que regulará estos refugios, su uso, mantenimiento y las mejoras para el futuro, así como la divulgación de su puesta en funcionamiento. La intención es que la red esté en marcha en 2030. La inversión en el Pla de Refugis Climàtics, sin la ejecución, se acercaría a los 30.000 euros.

Consultado al respecto, el presidente de GEPEC, Xavier Jiménez, explica que «ante los extremos climáticos, los refugios dotan a las ciudades de espacios amables y con vegetación, confortables y en los que la temperatura es más baja para que la gente pase ratos». «Son necesarios pero no son lo único», añade, y dice que «lo que debe hacer Reus es un cambio de paradigma, tener más zonas verdes, con tierra en lugar de asfalto y árboles en las calles y plazas, para que toda la ciudad sea un refugio climático».

Los gases de efecto invernadero

Pero el Pla d’Acció per l’Energia Sostenible va mucho más allá. El concejal de Medi Ambient, Daniel Rubio, expresa que el PAESC «agrupa iniciativas que buscan la reducción de los gases de efecto invernadero, el acceso a energía verde y sostenible y su transición hacia la ciudadanía, y la preparación incluso a nivel de infraestructuras para luchar contra el cambio climático».

Rubio precisa que las actuaciones listadas «se han trabajado de forma transversal, no solo desde Medi Ambient sino a través de otras concejalías como Educación, Vía Pública o Urbanismo». De esta manera, se intervendrá «por ejemplo, en edificios e instalaciones municipales, el sector servicios, el transporte público, la iluminación, cuestiones residenciales, gestión de residuos, gestión del agua... Y de todos estos ámbitos han salido múltiples líneas a desarrollar como ciudad».

El concejal enumera algunas de ellas, y señala que van «desde propiciar con financiación propia y externa la rehabilitación de edificios públicos y particulares, mejorando ventanas o aislamientos; pasando por la renovación de la flota municipal; hasta cambios en las luminarias y los semáforos a led y los detectores de presencia». Este último sistema «ya se ha implantado en las oficinas del Mercat Central y es positivo para no mantener toda la planta encendida cuando hay menos trabajadores», especifica.

Un puntal del Pla será la colocación de placas fotovoltaicas, avance que está teniendo muy buena acogida en la ciudad también gracias a las charlas que impulsó el Ayuntamiento. En esos encuentros, «hemos podido atender a un millar de vecinos», concreta Rubio, que dice que «somos la primera ciudad de la provincia y la séptima de Catalunya en instalación de fotovoltaicas» y que «recibimos semanalmente unas 20 solicitudes de bonificación del IBI vinculado a placas».

Otra de las acciones que contiene el PAESC consiste en fomentar mecanismos de compra de energía 100% renovable, con el objetivo de que todos los comercios y las empresas del sector terciario la consuman llegados a 2030. El Pla especifica que la contratación de tarifas de energía verde a comercializadoras es una buena manera de garantizar que la energía proviene de fuentes renovables, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero. El Ayuntamiento desarrollará una campaña en este sentido, realizará estudios de mercado y ofrecerá asistencia para la revisión de contratos y potencias. Esto supondría un ahorro de cerca de 49.250 toneladas de CO2 al año. El gobierno prevé una inversión de 30.000 euros anuales.

Por otro lado, se ha proyectado el impulso municipal a ocho barrios considerados vulnerables. Se estima necesaria la rehabilitación de 900 viviendas al año en estas zonas de la ciudad, que sumarían 7.200 domicilios para 2030. Las intervenciones profundas de rehabilitación tienen un importe medio de unos 20.000 euros por piso y, dadas las características de estas áreas, se estima una intensidad de ayuda entorno al 70%. El consistorio elaborará los anteproyectos y el resto del acompañamiento se hará a través de la Oficina de Barrio, una ventanilla única orientada a las reformas. Habrá que recurrir a financiación europea y estatal.

El PAESC agrupa las acciones que el Ayuntamiento emprende para cumplir con los compromisos del el Pacte dels Alcaldes i Alcaldesses pel Clima i l’Energia, y quiere reducir un 55% los gases de efecto invernadero. Sus acciones suponen un presupuesto global de 13.918.910 euros.

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