«Suelo dar una vuelta larga con el perro y voy pasando por puntos donde sé que me encontraré fuentes, porque a veces tiene sed y así me evito cargar con una mochila y solamente llevo la botella para remojar sus orines», explicaba ayer Clemente Uribe mientras paseaba con su mascota por la calle Pintor Fuster.
Justo allí el Ayuntamiento ha instalado uno de los 21 surtidores mixtos para personas y perros. El de Pintor Fuster –igual que prácticamente la mitad de los que se han colocado– cuenta con dos grifos con pulsador, a doble altura, pero también hay algunos con un sistema de cubeta que recoge el agua que cae de la parte superior.
Los diferentes modelos se han distribuido por la ciudad con el objetivo de que una persona que saca al perro se encuentre siempre a menos de 300 metros de una fuente mixta en la que pueda beber agua tanto el propietario como el animal. Los usuarios agradecen que se implante el sistema y empiezan a sacarle más partido ahora que ya aprieta el calor.
El despliegue de los surtidores es fruto de una de las propuestas ganadoras de los Pressupostos Participatius 2019, impulsada por el vecino Jaume de Haro que, al formularla, planteaba que «ya que desde hace unos años se hace pagar un impuesto para empadronar a los perros en Reus, pido que penséis algo más en ellos en verano, de tal forma que, en las fuentes que ya tenemos se puedan poner unos abrevaderos enganchados para que ellos puedan beber agua».
La idea, que posteriormente evolucionó hasta concretarse en la red de fuentes mixtas que el Ayuntamiento ha puesto en funcionamiento y se vinculó a otras relacionadas con su mismo ámbito, recibió el voto de 228 ciudadanos.
La colocación de estos 21 puntos de agua para personas y perros, tal como detallan desde el consistorio, ya ha culminado, tras haberse estado llevando a cabo de manera progresiva desde el pasado 2021, cuando la obra se adjudicó por aproximadamente 41.500 euros.
«Hago la ruta mirando que haya alguna y es fácil de usar para el perro»
Junto a su mascota, Uribe añadía ayer que «a la hora de salir, preparo la ruta teniendo en cuenta que en el camino haya fuentes, y realmente sí que me parece algo muy práctico porque, si veo que le hace falta, le doy al agua y puede beber». El hombre constataba que «mucha gente las usa porque para el animal también es muy fácil, en seguida sabe cómo acercarse y no le echa para atrás ni nada, y el agua sale fresca. Él está contento y así podemos seguir caminando sin problema». «Es lo mejor que podían poner para quienes paseamos con el perro», destacaba.
Otra propietaria que daba una vuelta alrededor del Pavelló Olímpic de Reus con su can era Paqui Velasco. «Está muy bien tener estas fuentes porque, a lo mejor, resulta que te pilla que has andado mucho y no llevas encima agua para beber, y es un desahogo para el animal que también sirve para la persona».
Antes de la mixta, en el espacio verde de la calle Pintor Fuster había una fuente ordinaria y «entonces no se usaba para los animales, o al menos yo pienso que no estaba bien usarla porque no es muy higiénico». Ahora, «por la parte de arriba sale un chorro más pequeño que es para las personas y sirve muy bien, y luego más abajo está el de los perros, así que todo es muy limpio y no hay ningún inconveniente». «Creo que es mucho mejor que lo otro», precisaba Velasco.
En esa parte, igual que ocurre en el resto de la ciudad, «es mucha gente la que tiene a su perro y pasa por aquí, y las fuentes mixtas tienen una utilidad bastante grande porque te las vas encontrando en un sitio y en otro y sabes que siempre las tienes ahí si te ves sin el agua», concluía la propietaria. Reus tiene unos 12.000 perros censados. El Ayuntamiento no ha concretado la fecha en que comenzaron a funcionar las 21 fuentes.
Varios modelos
Los modelos de fuente mixta que han llegado a Reus son dos. Uno, con el nombre Husky, tiene dos grifos, cada uno con su pulsador, y está fabricado en hierro para prevenir la corrosión. El grifo inferior, el que se destina a los perros, está situado a unos 20 centímetros del suelo, mientras que el superior, para las personas, queda a prácticamente un metro. Para que el animal se refresque, el dueño debe presionar el botón. Estos surtidores se han puesto en marcha en una decena de lugares donde antes había fuentes clásicas y de copa.
Por otro lado, en cerca de diez surtidores más que ya existían se ha llevado a cabo una actuación diferente que ha consistido en «substituir la reja del suelo por una dotada con cubeta que retiene temporalmente el agua y facilita que los perros beban». Donde se ha optado por esta segunda alternativa también se han generado bocas de riego para limpiar el área. Finalmente, en otros dos enclaves no ha hecho falta ejecutar labores para reemplazar sistemas previos, porque no los había, y se han instalado directamente nuevas fuentes de doble grifo.
Además de las nuevas fuentes mixtas para personas y perros, la ciudad cuenta también desde hace tiempo con otros cerca de 20 puntos de suministro de agua que son exclusivamente para el uso por parte de las mascotas. Entre unas y otros, se intenta que no queden descubiertas distancias amplias en el municipio y que los animales domésticos tengan dónde abrevar cuando están fuera de casa.
Pero esta no es la única iniciativa surgida de la sociedad para mejorar la calidad de vida de las mascotas y de la ciudadanía en general. No hace mucho, el barrio Immaculada se ofreció para acoger un tipo innovador de pipicanes que atraen el animal para que orine en un punto concreto y premian su comportamiento cívico dispensando una galleta como recompensa. Con ello, la asociación de vecinos de esta área puso encima de la mesa la posibilidad de contar con sitios de higiene de mascotas que se mantengan limpios.
Áreas de recreo según el tamaño del animal
En el pleno del pasado mes de febrero, a raíz de un ruego en que el grupo del PSC pedía más agua y sombra en los pipicanes, revisar la iluminación de estos espacios y crear nuevas áreas de recreo y diferenciarlas entre perros grandes y pequeños, el concejal de Via Pública, Hipòlit Monseny, expresó –sobre la separación por tamaños– que «ya se realizó una prueba, hace un año y medio en el ámbito del Velòdrom, dividiéndolo, y no salió bien».
«Habíamos recibido algunas peticiones de propietarios», admitió el concejal, aunque «lo que queremos en realidad es que los perros puedan convivir como las personas, todos juntos» y «no hemos tenido más demanda».
De la falta de iluminación que denunciaban los socialistas, Monseny defendió que «por ejemplo, en Mas Iglesias se ha adaptado la cuestión eléctrica para que haya más luz» y, en cuanto a creación de más áreas de recreo, «estamos mirando algunos solares para encontrar soluciones aunque no hay tantos terrenos municipales así».