¿Cuáles son los pilares del pacto con el PSC?
Son varios. Los primeros, programáticos. La seguridad es prioritaria. Los dos llevamos el aumento de plantilla de la Guàrdia Urbana o el uso de app. En vía pública, ellos tenían los planes Reus10 y nosotros, planes directores; queremos un plus. Vivienda, promoción económica y medioambiente son relevantes. Y la gente dio la victoria a Sandra.
¿Por qué lo anunciaron ya el jueves?
El jueves se avanzó muchísimo en un posible cartapacio y posibles organizaciones. Y salimos ante el sinsentido de todo: cuando se plantean sumas en las que también contaban conmigo y me decían ‘Dani, ven con nosotros, Junts, ERC, la CUP, el PP’... No. La silla no lo vale todo. Hay que interpretar los resultados. Si el 28M votó menos del 50%, es por algo. Decidimos hablar, marcar el ritmo.
Destacan que desactivaron la alternativa. Pero, por sí misma, ¿cualquier otra opción no era ya enrevesada?
Yo no le tenía ninguna fe a aquel pacto. Pero, si uno no quiere retroalimentar lo absurdo, nuestra responsabilidad era salir a cortarlo. No ha sido que pensáramos que había la mínima posibilidad.
Fueron años con Junts per Reus y ERC. ¿Por qué no repetir?
Los tres no sumamos la mayoría. Faltaba un cuarto y, con los cuartos, siempre dije que hay líneas rojas.
¿Distanciarse de ellos en campaña le ayudó?
No, no. A mí me ha hecho subir el trabajo del partido desde hace 12 años, haber pisado calle y la lista potente. Y hacemos autocrítica: nos quedamos a 196 votos del tercer concejal, no motivamos a algunos que se quedaron en casa o eligieron otra opción para el voto útil.
Defienden que el acuerdo con los socialistas se basa en un modelo de ciudad. ¿Qué Reus quieren?
La solvencia económica del Ayuntamiento es fuerte. Y, con una visión nueva, es una oportunidad. Podemos tener una transformación urbanística sumada a un desarrollo empresarial-económico. Aún hay que priorizar temas de mantenimiento y poner en orden la ciudad para, luego, aplicarle esa visión. Nos posicionaremos como lo que somos: potentes y de referencia. No conozco mucho a Sandra, pero es trabajadora y tiene un punto incombustible como yo. Debemos darnos tiempo y adaptarnos, mirar si se añadirá un tercer agente y cómo, y echar a andar ya.
¿Cómo perfilan el cartapacio? ¿Repetiría Medi Ambient i Recursos Humans, y Seguretat i Convivència?
Nos sentíamos bien con las concejalías que teníamos, quizás con reenfoques. Veremos la composición final para determinar si hay otras posibilidades. Nada está 100% cerrado. Depende de si entra o no un tercer agente. Vienen elecciones generales y, tal vez, a alguien le es incómodo dar el paso antes del día 17 de junio. Quizá tenemos que empezar con diez y el gobierno se amplía luego. Hay que tener cintura, escuchar a la ciudadanía.
¿Y habrá concejalías nuevas?
Por ahora, que no está todo cerrado, no.
¿Ara Reus tendrá más responsabilidades que hasta ahora?
Tendrá la que le toca como partido que ha dado un paso adelante. No me planteo estar en un gobierno por tener más o menos peso. A diferencia de lo que fue en 2019, a partir de ahora las negociaciones son con diez. El tercer agente no se verá solo con Dani o Sandra.
Insiste en que será un gobierno de tres.
No depende de mí. Yo actuaría en el sentido en que lo he hecho: dar estabilidad. No tendría sentido llegar al día 17 y que Sandra no hubiese logrado pactos. Por eso empezamos a trabajar con ella como habíamos empezado a hablar con ERC y Junts, aunque con ellos vimos que las aritméticas no daban y las fórmulas no eran de nuestro agrado. Si el gobierno comienza con diez, no será por falta de voluntad ni de los socialistas ni de Ara Reus. Y no sé si las elecciones o los pactos supramunicipales ayudan o no.
No quiere arrancar en minoría.
Sería mejor para Reus no hacerlo.
¿Unirán sus programas con un sistema como el PAM?
De momento, lo llamaremos ‘reuniones de trabajo’. Hemos tenido la criatura, nos falta bautizarla.
¿Desaparecerá la vicealcaldía?
No lo hemos hablado y no me toca a mí. El nombre no hace la cosa. Vicealcadía, tenencia de alcaldía... La figura existe y el nombre, el que sea. No tengo inconveniente en que haya vicealcalde o vicealcaldesa, dejándonos de nombres. Además, ya hemos visto que eso tampoco da un rédito directo: puedes ser alcalde o vicealcaldesa y que las urnas te den un revés.
¿Cómo valora el gobierno con Junts per Reus y ERC que ahora deja atrás?
Me sentí cómodo en él, trabajamos bien y no compartimos algunas cuestiones. Esa es la riqueza. En campaña me preguntabais ‘¿reeditar pacto sí o no?’. Y yo decía ‘si se da la opción, no hay problema; pero no me cierro a otras vías’. Los resultados son los que son y no nos da, y exploramos nuevas vías.