Este fin de semana cuatro mujeres y dos niños han muerto a manos de exparejas. Algo falla en la sociedad cuando muchos hombres llevan su machismo hasta el punto de matar incluso a sus propios hijos. Algo falla en la sociedad cuando algunas formaciones políticas restan importancia a este tipo de crímenes denominándolos «violencia intrafamiliar» como si fueran algo ajeno al resto de ciudadanos.
En Zafarraya (Granada)un hombre mató a tiros a su exnovia y a la madre de ella y luego se suicidó. En Fuengirola (Málaga)un hombre estranguló a su mujer y luego intentó suicidarse. Está detenido. En ninguno de los dos casos existían denuncias previas.
Donde sí las había es en el crimen de Las Pedroñeras (Cuenca). Un individuo asesinó a su exesposa y a los hijos de ambos, de 5 y 7 años, a cuchilladas, y luego descuartizó a los tres. Según explica la agencia Colpisa, el asesino tenía en vigor una orden de alejamiento. Ella le había denunciado y había sido condenado por un juzgado de Cuenca. Debía ingresar en prisión, pero seguía en libertad. Nadie se enteró del triple asesinato hasta que las compañeras de trabajo echaron en falta a la víctima.
Resulta muy preocupante y habría que analizar cómo ha sido posible es que ni el sistema judicial ni la policía hayan sido capaces de proteger a una familia amenazada.