nos aliamos con Sarajevo, que está ahí a tiro piedra! Lo contrario de Raimundo, que quiere acercar el Monasterio de Rueda a Cataluña
¡Hola vecinos! En la frontera de la comarca del Matarraña con Arnes, la primera localidad de Tarragona que encontramos quienes vamos hacia allá oliendo el mar, la kale borroka indepe pintarrajea las señales de tráfico de nuestro lado, para borrar Teruel y que aparezca ‘Terol’ y para tapar la ene de Aragón y se quede en ‘Aragó’. Una chiquillada y un soberano coñazo. El alcalde de Cretas (Teruel), Fernando Javier Camps, se esfuerza por mantener limpia la nomenclatura natural de las vallas aunque, una y otra vez, la estrategia nacionalista del komando del espray embrutece las señales lo mismo que embrutece cuanto toca. Y de nuevo a limpiar.
Mi yaya Isabel -la única yaya que tuve porque para eso fui hijo de madre soltera-, nunca supo llamar ‘Altafulla’ a Altafulla. Y eso que pasó varios de los últimos veranos de su vida en tan precioso pueblo costero, sentadica bajo un árbol en lo que hoy es el Paseo Marítimo. Mi yaya Isabel era de Huércal-Overa (Almería), tuvo once hijos, un marido bandarra y se murió sin saber leer ni escribir. Y sin saber decir ‘Altafulla’. Para ella, fue siempre ‘Altapolla’. Pero a mí no se me ocurre ir a Altap...., o sea, a Altafulla, a embrutecer sus carteles escribiendo ‘Altapolla’ en las señales como homenaje a mi yaya Isabel. Es algo que se queda en el ámbito familiar y no vamos imponiendo por ahí mediante sesgos históricos que concluyan la supremacía de la polla sobre la hoja. Los Giménez decimos ‘Altapolla’, pero no pretendemos que todo el mundo lo haga. Es cosa nuestra. Patrimonio inmaterial de los Giménez Parra de Huércal-Overa.
El próximo 2 de julio, indepes catalanes y vascos han decidido okupar las montañas de los Pirineos para reivindicar legítimos afanes autodeterminativos. Está bien si se trata de sus montañas (que se da la circunstancia de que no sólo son suyas). Pero, hombre, okupar las montañas que la propia kale borroka del independentismo considera extranjeras, se enmarca dentro de lo que en Aragón consideramos: ‘ganicas de enredar’. En las ganicas de enredar andan enredados la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Gure Esku y la Federació d’ Entitats Excursionistes de Catalunya (FECC), con la colaboración de Òmnium Cultural. Se trata de iluminar unas 300 cumbres de todo el Pirineo -alrededor de 430 kilómetros desde el Atlántico al Mediterráneo-, para exigir el cumplimiento ya mismo del derecho de autodeterminación de los pueblos. Aunque a los pueblos la autodeterminación ni fú ni fá. En la relación de montes a okupar los hay franceses o aragoneses como Canal Roya, Astún, Arriel, Vignamale, Torre de Marboré, Salvaguardia o Urdiceto. Cagüenriaú, que dejen las montañas aragonesas limpias de basura orgánica, inorgánica e ideológica, como ha dicho el presidente Lambán. Un respeto al vecino, rediós.
Mi amigo Raimundo vive en Zaragoza, trabaja en Alcañiz (Teruel) y tiene casa en Deltebre. Las ruedas de su coche llevan años haciendo surco en el asfalto de la carretera que va desde Zaragoza a Riomar, pasando por Alcañiz. De un tiempo a esta parte también hacen surco en la que conduce al Monasterio de Rueda (junto a Escatrón, dentro del término de Sástago, Zaragoza). Raimundo Cubeles abandera un grupo informativo prestigioso que cubre el Bajo Aragón: ‘La Comarca’. Un periódico, una tele y varias emisoras de radio que ha salvado del cierre. En Zaragoza, Radio Caspe. En Teruel, Radio La Comarca Alcañiz, Radio Utrillas, Radio Andorra, Matarraña Radio Valderrobles, Los Cuarenta Bajo Aragón y Los Cuarenta Classic. En Tarragona, Ser Ebre que cubre Tortosa, Gandesa y Amposta, Los Cuarenta Ebre y Dial Ebre. Además de salvar emisoras de radio, Raimundo ha logrado la reapertura del Monasterio de Rueda y su Hospedería, con el Balneario de Ariño (Teruel) como socio. 32 habitaciones, 4 suites, un monasterio del Císter, una torre mudéjar, una noria del pasado. Un entorno de ensueño.
Hace nada me vi metido en un cambio de impresiones entre Raimundo Cubeles y el alcalde de Escatrón, Juan Abad. Una idea bullía en sus cabezas: la ampliación de las vías verdes Val de Zafán-Terra Alta-Baix Ebre y Carrilet de la Cava. En total, una de las vías verdes más largas de España, desde La Puebla de Híjar (Teruel) hasta el Delta del Ebro. La cosa era hacerla llegar, por un poquico más de Vía Verde, al Monasterio de Rueda. Vaya, que Raimundo pueda ir desde la monacal Hospedería hasta su casa en Deltebre, y viceversa, sin bajarse de la bici. Y lo mismo muchas gentes de allá, de aquí, de donde sea. A pie, a caballo, en bicicleta.
La Generalitat pondera la posibilidad de contar con un cantón bosnio como subsede del proyecto a los JJOO de Invierno 2030. ¿Aragón no rebla? ¡Pues nos aliamos con Sarajevo, que está ahí a tiro piedra! Lo contrario del sueño de Raimundo, que quiere acercar el Monasterio de Rueda a Cataluña.