Según el Banco Mundial, «el transporte marítimo es la columna vertebral del comercio globalizado y la cadena de suministro de fabricación. El sector marítimo ofrece el modo de transporte más económico, energéticamente eficiente y confiable en distancias más largas. Más del ochenta por ciento del comercio mundial de mercancías —por volumen— se transporta por mar». Los Puertos han sido desde tiempos antiguos centros de comercio estratégicos y representativos para el desarrollo económico de los países.
El nombramiento de un humanista como Santi Castellà al frente de la Autoritat Portuària de Tarragona es una buena noticia
En este sentido, el desarrollo tecnológico y la globalización han contribuido al transporte masivo de mercancías desde largas distancias, lo que sostiene este mecanismo comercial como el más conveniente y rentable y lo convierte en la columna vertebral del comercio global para el transporte a granel de materias primas y la importación y exportación de alimentos y bienes manufacturados. El mundo se divide entre ciudades con puerto y ciudades sin puerto. Entre territorios con puerto y territorios sin puerto. Tarragona es de los primeros, y lo es desde hace más de dos mil años. El Port de Tarragona es un elemento fijo de nuestro paisaje, de nuestros recuerdos, de nuestro presente y sin ningún género de dudas de nuestro futuro. En la actualidad el Port de Tarragona se erige como el más importante de España en tráfico de productos agrícolas y cereales, y una de los principales en la transportación de compuestos de la industria petroquímica, la descarga a granel de sólidos y vehículos. Pero su importancia es también cultural, social. El Port de Tarragona es también el Serrallo y los pescadores, es su archivo histórico, su museo. El Port de Tarragona es también el port de Vila-seca y es también el port de Lleida y el Puerto de Zaragoza y Aragón. El nombramiento de un humanista de larga trayectoria como Santi Castellà al frente de la Autoritat Portuària de Tarragona es una buena noticia que espermos continúe el buen hacer de sus predecesores.