Menos de la mitad de los proyectos presentados por los municipios para la segunda distribución de 2023 del Fons de Transició Nuclear encajan con los objetivos de este fondo. Son apenas 42 expedientes de 96 (un 43,75%) los que han presentado actuaciones orientadas a la creación de «nuevos puestos de trabajo», la «promoción económica» y la «transición energética» con una «vinculación inequívoca» con estos objetivos.
Los restantes 54 expedientes analizados por el Departament d’Empresa i Treball, o bien no cuentan con esa «vinculación inequívoca», o bien «no incorporan indicadores para medir la ejecución y el cumplimiento de los objetivos una vez finalizada», o bien han presentado «presupuestos con sobreimputación de ayudas». O todo lo anterior.
Son algunas de las realidades que se pusieron sobre la mesa en la sexta sesión del Òrgan de Govern del Fons de Transició Nuclear, celebrada el pasado 1 de octubre en Móra d’Ebre, la primera en la que participa el nuevo Govern de la Generalitat, que avanzó que habrá cambios en cómo se ha gestionado el presupuesto de este fondo durante los últimos años.
De forma inmediata, el martes 8 de octubre vencía el plazo para que los 54 municipios que presentaron propuestas no alineadas con los objetivos de este fondo rectificasen sus memorias. Preguntados por el Diari de Tarragona, desde el Departament d’Empresa i Treball manifestaron ayer que «el objetivo es ayudar a todos los municipios para que los expedientes sean correctos».
«Estamos satisfechos con las respuestas recibidas hasta ahora -añadieron, sin precisar más- y trabajamos para que el máximo de solicitudes salgan adelante».
Los precedentes
Entre los años 2030 y 2035 cerrarán los tres reactores nucleares que hay en la demarcación de Tarragona. Dos están situados en Ascó (Ribera d’Ebre) y un tercero en Vandellòs i l’Hospitalet de l’Infant (Baix Camp). Es una decisión política que afecta de manera directa a alrededor de 3.000 trabajadores.
Desde el Govern aseguran trabajar para que prosperen el máximo de solicitudes
Ante esta perspectiva, en diciembre de 2021, el Departament d’Empresa i Treball anunció la creación del Fons de Transició Nuclear, «con el fin de promover actuaciones de desarrollo socioeconómico y de transición energética de las zonas afectadas por el impacto ambiental de la producción de energía eléctrica nuclear».
Dotado inicialmente con 23.704.874 euros procedentes de la ecotasa (Llei 5/2020, del 29 d’abril, de mesures fiscals, financeres, administratives i del sector públic i de creació de l’impost sobre les instal·lacions que incideixen en el medi ambient), que destinaba a este fondo el 20% de los ingresos obtenidos por el pago de ese impuesto por parte de la Associació Nuclear Ascó-Vandellòs II, este porcentaje aumentó en 2023 al 50%, con un incremento de la dotación de este fondo hasta los 83.064.219 euros.
Un 77,7% de los proyectos presentados en el Segrià necesitan una rectificación
Los 23.704.874 euros con los que estuvo dotado el primer año de funcionamiento de este fondo, en 2022, se destinaron, según explicó este departamento cuando estaba gestionado por el anterior Govern, «a diferentes convocatorias de desarrollo territorial, promoción económica y transición energética de la Generalitat de Catalunya».
Tras diversas ampliaciones y cambios en su composición y desarrollo normativo, ya en su segundo año de funcionamiento, los beneficiarios de este fondo fueron, de forma mayoritaria, 96 municipios (18 en la zona Penta I, la más cercana a las centrales nucleares que deberían cerrar, y 78 en la zona Penta II, en una franja más alejada), que en el año 2023 obtuvieron la asignación de 73.548.081,97 euros, lo cual supone un 88,54% de los 83.064.219 euros recaudados.
En el caso de los 18 municipios Penta I, el importe asignado para cada municipio era de hasta 2.009.410,54 euros, mientras que en los 78 municipios Penta II era de hasta 453.636,62 euros por municipio.
En enero de este año 2024, cada uno de los 96 municipios beneficiados recibió un adelanto de 174.418,60 euros, que en caso de ser usado tendrá que justificarse en marzo de 2026, explicaba el anterior Govern, con «una memoria breve explicativa de los proyectos, que deben adecuarse al objetivo de la normativa y el presupuesto vinculado [a ellos]».
Entre noviembre del presente 2024 y una fecha sin determinar de 2025, recibirían el resto de las asignaciones, que desde Empresa i Treball aseguraron que tendrían que ser «actuaciones directamente relacionadas con la promoción económica, la generación de puestos de trabajo o la transición energética».
El Segrià necesita mejorar
Esta segunda distribución de los fondos de 2023 es la que está ahora en cuestión. Aunque no lo está por igual en todas las zonas implicadas. Los mayores déficits se detectan en los municipios Penta II (los más alejados de las centrales nucleares), donde un 64,10% de los proyectos (50 de 78) no han pasado el corte del Departament d’Empresa i Treball bajo esta nueva Administración. En los municipios de la zona Penta II, por contra, apenas un 22,22% de los expedientes revisados (4 de 18) necesitan una rectificación de sus memorias.
Los proyectos que no pasaron el corte de Empresa i Treball podían rectificar hasta ayer
También por comarcas el grado de ajuste a los objetivos de este Fons de Transició Nuclear muestra resultados diversos. Descontando el Montsià -donde solo hay un expediente (lo cual distorsiona claramente sus estadísticas), en este caso pendiente de enmienda-, es la comarca del Segrià -que se encuentra fuera de la demarcación de Tarragona pero suma 9 municipios beneficiarios de este fondo- la que cuenta con un mayor porcentaje de propuestas que precisan rectificación.
En concreto, un 77,77% de las acciones presentadas (7 de 9) no se ajustan a alguno o ninguno de los objetivos y requisitos del Fons de Transició Nuclear. Le sigue el Priorat, con un 65,21% de memorias que no pasan el corte (15 de 23) y, tras esta comarca, el Baix Ebre y Les Garrigues (en la demarcación de Lleida), ambas con un 60% de proyectos (6 de 10 en cada caso) pendientes de enmienda.
Solo el Baix Camp, con un 38,88% de proyectos por mejorar (7 de 18) y la Ribera d’Ebre, con un 35,71% (5 de 14), cuentan con una mayoría de propuestas alineadas con los objetivos del Fons de Transició Nuclear. La Terra Alta, con 6 de sus 11 expedientes a la espera de enmienda (un 54,54%) también suspende, aunque por poco.
