El Consejo de Ministros dio ayer luz verde al anteproyecto de la futura Ley de Empleo con la que aspira a modernizar y hacer más eficiente el funcionamiento de las oficinas del servicio público de empleo. Para empezar, el SEPE desaparecerá para dar paso a una nueva Agencia Estatal de Empleo, que será la encargada de gestionar las políticas de esta materia en todo el país y que, entre sus principales novedades, presenta el compromiso para ofrecer al menos una oferta de trabajo al año a todas las personas inscritas. Si en seis meses no hay ninguna propuesta, los servicios públicos de empleo tendrán que argumentar el por qué con una razón expresa y justificada.
Para alcanzar este objetivo, la norma obligará a todas las empresas y a las agencias de empleo a comunicar sus vacantes a la Administración, a través de un gran portal de información donde todo el mundo pueda conocer qué puestos de trabajo están disponibles, y, a partir de ahí, establecer estrategias adecuadas para cada demandante.
Según fuentes del Ejecutivo, este es un sistema que ya existe en países como Alemania. Desde el Ministerio matizan que «esto no significa que las empresas no puedan transmitir también sus vacantes por otros canales» distintos a los servicios públicos. Y recuerdan que para definir este punto aún debe formularse un reglamento, que se incorporará durante las aportaciones de los agentes sociales y posterior tramitación parlamentaria de la ley.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, incidió ayer en que la medida no supondrá una mayor burocracia y será positiva para las empresas. «Se incorporan al sistema y serán las que definan las mejora de las políticas de empleabilidad. Es decir, que el acompañamiento no va a ser solo para el parado, sino también para el empresario en una muestra más de colaboración público-privada», indicó tras la reunión del Consejo de Ministros.
La creación de este gran portal de ofertas de trabajo irá acompañada del nacimiento de la Oficina de Análisis de Empleo y de la incorporación de orientadores y tutores para personalizar al máximo la búsqueda de los usuarios. Se estima que la cifra alcanzará los 7.000, y la idea es que también trabajen junto a las personas que presenten una idea para emprender. «La agencia estudiará con rigor si estos proyectos son viables y los acompañarán a lo largo de todo el proceso, incluso con recursos públicos», explicó ayer la ministra Yolanda Díaz.
La idea es que, con todos los datos digitalizados e integrados, se elaboren perfiles individualizados del usuario para mejorar su empleabilidad, teniendo en cuenta aspectos como sus habilidades, la formación, la edad, la situación familiar, la movilidad geográfica, cuánto tiempo lleva en desempleo o si pertenece a un colectivo prioritario (al que se sumarán los parados procedentes de procesos de reestructuración en las empresas). «Queremos huir de la idea de que a las oficinas de empleo acude gente desahuciada. También puede acudir gente a recualificarse o a buscar un empleo mejor», manifestaron desde el Ministerio de Trabajo.
