El gobierno español ha decidido mantener intactos los mínimos exentos de tributar el IRPF y, por primera vez en la historia, algunos trabajadores que cobren el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) tendrán que tributar, según han confirmado fuentes del Ministerio de Hacienda. La medida se ha tomado coincidiendo con la aprobación este martes en el Consejo de Ministros del aumento del SMI, que pasará a ser de 16.576 euros anuales (1.184 euros al mes). El gobierno español calcula que un 20% del total de los trabajadores que cobran el salario mínimo tendrán que tributar. Desde Hacienda argumentan que no se han hecho cambios en el IRPF porque ya se redujo para rentas bajas y medias y que el 80% de quienes perciben el SMI seguirán sin tributar.
Fuentes del ministerio argumentan que cuando el PSOE llegó al gobierno, el SMI se situaba en 10.302,6 euros en comparación con los 16.576 euros actuales, es decir, un 61% más. También recuerdan que se trata de un incremento superior al de la inflación durante este período.
El gobierno sostiene que la gran mayoría de los trabajadores que cobran el SMI seguirán sin tributar y que quienes tengan que hacerlo pagarán menos impuestos que con el IRPF durante la etapa del PP en el gobierno. Por otro lado, justifica que ahora algunos contribuyentes deban tributar señalando los informes de la OCDE, que concluyen que España es uno de los países donde las rentas bajas y medias soportan un IRPF inferior a la media europea. También menciona que, en países del entorno como Alemania, Francia, Países Bajos y Polonia, el salario mínimo tributa en el IRPF.
Los receptores del nuevo Salario Mínimo Interprofesional, acordado por el gobierno español y los sindicatos y aprobado este martes por el Consejo de Ministros, tributarán en función de su situación personal. Así, por ejemplo, un contribuyente con pareja y un hijo menor de tres años que cobra el SMI de 2025 (hasta 16.576 euros) no tributará este año. Según el Ministerio de Hacienda, el mismo caso en 2018, con el IRPF en la etapa de los gobiernos del PP, pagaría retenciones de IRPF por valor de 838,75 euros (5,06% de retención).
En caso de que el contribuyente tenga pareja y un hijo mayor de tres años, y con los mismos ingresos (16.576 euros anuales), la retención será del 0,6%, hasta los 99,46 euros. El ejecutivo insiste en que, en comparación con 2018, la retención habría sido del 6,69%, es decir, 1.108,9 euros.
Por otro lado, para una persona soltera con ingresos de 16.576 euros anuales, la retención será del 1,81% (300,3 euros), frente a los 1.324,42 euros (7,99%) que habría pagado en 2018. Si este contribuyente soltero y sin hijos percibe 18.500 euros, la retención se elevará hasta los 1.126,65 euros (6,09%), lo que supone 873,2 euros menos que en las condiciones establecidas durante el gobierno del PP.
El ejecutivo también pone el ejemplo de un jubilado que percibe una pensión de 17.000 euros, a quien se le aplicará una retención del 1,32% (224,4 euros) frente a los 1.462 euros que habría pagado a Hacienda en 2018.
Por último, para una trabajadora casada con dos hijos menores de 5 y 7 años, con unos ingresos de 20.000 euros, la retención será del 6,71% (1.342 euros), un 22% menos que en 2018.
