La interconexión del sistema Aigües Ter-Llobregat (ATLL) y el Consorcio de Aigües de Tarragona (CAT) –la conducción del agua del río Ebre más allá de la provincia de Tarragona– que proponen los colegios profesionales de ingenieros «no está en el marco de soluciones» del Govern para hacer frente a la sequía.
La secretaria de la conselleria d¡Acció Climática, Anna Barnadas, asegura que el desarrollo de la infraestructura podría afectar la cuenca del Ebre de manera «irreversible». Según Barnadas, el país tiene que ser «resiliente» con las propias cuencas y centrar la estrategia a «el adaptar la demanda a la oferta».
En este sentido, la secretaria de Acción Climática insiste al seguir fomentando el consumo responsable y al apostar por la desalinización y la regeneración como nuevas fuentes de obtención de agua.
A pesar de rechazar la propuesta que hacen los colegios profesionales, la secretaria de Acció Climática agradece que haya quién se ponga a trabajar y quiera ayudar a solventar el problema de sequía que vive el país. Desde el Govern, pero, ven que la propuesta de interconexión de ATLL y CAT podría hipotecar los ríos en el futuro.
«Coger agua otras cuencas no está previsto. No es una solución que este Govern tenga sobre la mesa», defiende Barnadas. La secretaria de Acció Climática dice que la apuesta tienen que ser medidas estructurales con agua de las propias cuencas o que permitan «fabricar» agua nueva, en la línea que ya se está trabajando desde la Administración.
Barnadas recuerda que el 2008 ya se propuso trasvasar agua del Ródano francés, un río que actualmente «también sufre una sequía estructural». Si la sequía se alarga, el Govern no descarta ir a buscar agua manera puntual, trasladándola en barcos de lugares donde haya sobrantes, pero no haciendo obras estructurales.
La secretaria de Acció Climática dice que el país tiene que poder funcionar con el nivel de recursos de 2020 y que con la desalinización y regeneración se pueden suplir los volúmenes que faltan hoy. Barradas también opina que el trasvase fijo de agua que proponen los colegios profesionales no es medioambientalmente rentable, a diferencia del que defiendan los ingenieros: «Pensar al sacar agua de otra cuenca seguro que no es sostenible». Barradas se muestra convencida, en cambio, que con medidas de ahorro, eficiencia y conciencia colectiva se lograrán los objetivos.