Cortarán la AP-7 en L’Aldea el 30 de abril para exigir más inversiones y seguridad

El movimiento vecinal contra los peajes llama a la movilización de la ciudadanía y transportistas, a quienes consideran criminalizados injustamente

15 marzo 2025 12:50 | Actualizado a 15 marzo 2025 13:13
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El movimiento vecinal ‘Mai Més Peatges’, que se opone a la aplicación del pago a los usuarios por circular por las vías rápidas, cortará la AP-7 a la altura de L’Aldea el próximo 30 de abril para exigir a las administraciones más inversiones en la mejora, mantenimiento y seguridad de estas infraestructuras. Se prevé que la protesta se prolongue durante una hora a partir de las seis y media de la tarde. Los vecinos han dicoh que esta será la primera de una serie de acciones para reivindicar medidas, pero también para concienciar a la ciudadanía sobre la necesidad de disponer de unas vías rápidas públicas y seguras. Esperan que los transportistas, un colectivo que consideran injustamente maltratado, se sumen a la movilización.

Según las primeras previsiones de los organizadores, la protesta se desarrollará, principalmente, en el tramo de autopista que comprende las salidas de L’Aldea-Tortosa y Amposta-La Ràpita, ambas dentro del término municipal de L’Aldea. No descartan la posibilidad de que adopte una forma de movilización híbrida, que incluya cortes y marchas lentas.

Los episodios de accidentes y largas retenciones que los usuarios han sufrido especialmente en los últimos meses en la AP-7 han reactivado el movimiento vecinal que destacó en la lucha contra los peajes y la liberación de las autopistas. «Tenemos que movilizarnos porque debemos presionar ante la inactividad del mundo político», ha asegurado el portavoz de Mai Més Peatges, Llorenç Navarro.

Hace unas pocas semanas, los vecinos comparecieron en el juzgado de Amposta para ratificar y ampliar su denuncia sobre las carencias de seguridad y mantenimiento de la autopista tras su liberación. Ahora, quieren llevar al debate público una larga lista de agravios que, según entienden, penalizan de forma particular —en detrimento de la inversión en otras zonas— el desarrollo de las comarcas del Ebro y del vecino Maestrat, pero que también afectan a la movilidad de todo el país. «Es el corredor real del Mediterráneo», repite constantemente Navarro.

Mai Més Peatges argumenta que los tiempos de viaje actuales «han empeorado en todos los tramos respecto al momento en que Franco inauguró la autopista en 1970». Por el contrario, el crecimiento económico y poblacional, sostienen, no ha implicado una ampliación o mejora sustancial de la infraestructura. Más aún cuando, en la actualidad, la N-340 ha dejado de ser una alternativa eficiente para la movilidad de media y larga distancia y para el transporte pesado.

Los vecinos lamentan que los compromisos de mejora de la AP-7 asumidos, tanto por la Generalitat como, sobre todo, por parte del Ejecutivo español, no avanzan según lo previsto. Reiteran que la materialización del tercer carril hasta Amposta —que reclaman prolongar 160 kilómetros más hacia el sur hasta Sagunto— o la apertura de un enlace en la comarca del Montsià, la única de Catalunya sin acceso a la autopista, siguen sin concretarse.

Inversión en «seguridad»

«Están hablando de que habrá una gran inversión en defensa y seguridad. Es lo mismo que defendemos nosotros: queremos inversión en la defensa y seguridad de las personas cuando están trabajando o desplazándose. Se debe invertir primero en el territorio, sobre todo haciendo las vías seguras y dignas», ha remarcado.

Por ello, también plantean desdoblar la N-340 y la N-II para poder desviar el tráfico en caso de incidencias. «Se cargaron la N-340 con premeditación, sin estar desdoblada. Han permitido construir rotondas y prohibir el paso de vehículos pesados para convertir la AP-7 en una vía sobresaturada», argumenta Navarro. Consideran que es necesario resolver cómo descongestionar el tramo de la AP-7 entre El Papiol y Montmeló, que actúa como circunvalación de Barcelona generando «retenciones espectaculares».

Dentro de la lista de reclamaciones concretas, plantean la necesidad de dotar a la vía rápida de más vallas, señalización e iluminación modernas y homologadas; equipos de intervención para el rescate de vehículos pesados; pasos de fauna para evitar accidentes; arcenes lo suficientemente anchos; así como nuevas áreas de servicio y descanso en tramos largos de la autopista que no disponen de ellas, como entre L’Aldea y Benicarló.

Campaña para recuperar el pago

Y, sobre todo, reiteran que la autopista, dotada de condiciones que la hagan segura, debe seguir siendo «pública y gratuita». Navarro denuncia una campaña orquestada para volver a convertir la AP-7 y el resto de autopistas en vías de pago con la amenaza de la implementación de sistemas como la viñeta.

En este sentido, Mai Més Peatges quiere convertir la protesta del 30 de abril en un llamamiento a la concienciación y movilización de la ciudadanía en general, pero especialmente de sectores como los transportistas que, según entienden, han sido «injustamente criminalizados», a pesar de jugar un papel clave a la hora de «hacer funcionar la industria o el comercio».

Confían en que diversas asociaciones del sector acabarán sumándose a las movilizaciones. «Solo tienen esta vía para circular y nos damos cuenta de que están preparando su venta, privatizarla. Quieren hacernos creer que la viñeta es la solución cuando en realidad será pagar lo mismo por circular, pero beneficiando a las grandes empresas», ha concluido el portavoz.

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