Si se pensaban que la ruta a la cantera del FC Barcelona femenino había llegado a su fin con el fichaje de las dos jugadoras de la Fundació Futbol Base Reus, Valentina García y Helena Naranjo, no andaban en lo cierto porque la cosa no queda ahí. En este caso, el equipo azulgrana no ha pescado en la capital del Baix Camp, sino que se ha desplazado unos 60 kilómetros en la provincia para captar en Sant Jaume dels Domenys. El pueblo que vió nacer a Marc Bartra, también canterano del Barça y ahora jugador del Betis, guarda una historia que es un tesoro. Dos niñas gemelas de solo 10 años también jugarán en el Alevín del FC Barcelona y compartirán equipo con las dos reusenses.
Maria Miquel Berbel e Irene Miquel Berbel, de 10 años de edad, jugarán a partir de la próxima temporada en la que es considerada una de las mejores canteras del planeta fútbol. Parece fácil, pero no lo es. Han sido seleccionadas tras unas exigentes pruebas de tecnificación y un amistoso. Sus virtudes han convencido a un equipo azulgrana que hace pocas semanas descolgó el teléfono para confirmarle a su padre, Toni Miquel, que habían superado las pruebas.
«El año pasado ya tuvimos el primer contacto de grandes. Nos contactó el Espanyol y en un principio querían fichar a Irene. Entonces creímos oportuno que no, porque era muy pequeña y no queríamos separarla de su hermana. Este año también ha habido aluvión de oferta de muchos clubes (Espanyol, Barça, Levante Las Planas y Reus). Dentro de todos los proyectos descartamos el Espanyol porque nos pillaba muy lejos, aunque no sabíamos que iba a pasar con el Barça. Y fue hace dos semanas, cuando el Barça nos dijo que sí». Son las palabras de su padre, ese que presume de dos niñas a las que ha visto crecer con una pelota en sus pies y que ahora brillan con luz propia en el sub-10 del CFB Marc Bartra, con el que están cerca de ganar la liga del grupo 15 de Primera División Benjamín..
Siempre han estado con un balón en los pies
«Empezaron a jugar a fútbol porque su hermano mayor también juega y ellas siempre estaban con un balón en los pies. Intuíamos que había talento porque se defendían muy bien siendo tan pequeñas», explica su progenitor.
Irene y María Miquel dieron sus primeros pasos en el fútbol federativo de la mano de la CFB Marc Bartra. Llegaron hace cuatro años en un curso que terminó de manera abrupta por el Covid. En su segundo año, en el prebenjamín A mixto, ya lograron ganar su primera liga. Ya en su tercer curso, Toni Miquel revela que notaron el salto a la categoría de benjamines: «Fue un año duro porque a nivel de resultados no fue bueno, pero aprendieron a luchar».
Irene es jugadora, mientras que María es portera, así que en el segundo caso peleará por un puesto con la reusense Helena Naranjo en el Alevín del Barça. Ambas han jugado todos estos años junto a niños, aunque ellas relatan que han convivido con naturalidad y sin la discriminación, por suerte, campando a sus anchas: «Hemos estado siempre bien. Al principio de todo estábamos un poco nerviosas, pero luego nos hemos adaptado sin problemas», aseguran al Diari. Su padre confirma el asunto: «En el vestuario el trato siempre ha sido bueno y contra los rivales ha habido algún comentario negativo, pero residuales, Tengo que decir que casi siempre hemos escuchado elogios de los padres contrarios».
Irene y María Miquel están felices y todavía recuerdan las primeras pruebas para entrar en el Barça: «La primera vez tuvimos muchos nervios, pero luego ya no teníamos miedo». Tampoco notaron algo extraño jugar con solo niñas porque «en el equipo ya teníamos una niña». Irene sueña con emular los pasos de Aitana Bonmatí y María quiere alcanzar el nivel de Caroline Graham Hansen. Ambas son dos de las máximas estrellas del FC Barcelona femenino. Ojalá algún día puedan cumplir su sueño de jugar en el primer equipo ese al que ahora ya han ido a ver incluso en directo.