Pablo Fernández ha querido «pedir disculpas públicamente a la afición, club y compañeros» por su expulsión ante Osasuna que le costará cuatro partidos de sanción (uno de los cuales ya ha cumplido). En un mensaje en sus redes sociales el futbolistas asturiano reconoce que «mi forma de actuar en dicha acción, no fue la más correcta», pero señala que «jamás he faltado al respeto a nadie de este colectivo llamado fútbol». Una declaración que contradice lo que escribió en el acta el colegiado Díaz de Mera en el que asegura que le dijo: «Me cago en tu puta madre».
En cualquier caso, el futbolista asume que «toca aprender de los errores y que no vuelva a suceder». Más allá de los cuatro partidos, Pablo afirma que «no hay mayor castigo que no poder ayudar a mi equipo estas jornada».
También agradeció el apoyo de la afición y pide centrarse «en ganar el sábado y en perseguir nuestro objetivo final».
Pablo firmó la renovación con el Nàstic hasta 2025 justo después de marcar ante el Málaga en Copa del Rey.