El Govern de la Generalitat ha autorizado la concesión de subvenciones directas a 21 municipios que optan a los Fons de Transició Nuclear por un importe total de 11.082.140,84 euros. Corresponden a la distribución de los importes del Fons del año 2023, el primero en que estuvo en vigor y que se destinó básicamente a inversiones municipales y no empresariales. Estos recursos se suman a los más de 60 millones de euros que el Govern aprobó el pasado mes de diciembre para 75 municipios, lo que suma más de 71 millones a cargo de la recaudación del impuesto a la producción eléctrica de origen nuclear del 2023.
Un total de 96 municipios de la zona PENTA I el PENTA II de las centrales nucleares de Vandellòs y Ascó beneficiarios de la ayuda ejecutarán actuaciones con un impacto previsto de más de 200 nuevos puestos de trabajo, 91 empresas creadas y más de 400 actuaciones de transición energética en el territorio, según los datos de la Generalitat.
Según detalló el secretari d’Empresa i Competitivitat, Jaume Baró, en la reunión del órgano de gobierno del Fons de Transició Nuclear, celebrada este martes en el Centre Magatzem de Ca la Rita de Ascó, también se avanzó en las líneas de subvenciones previstas para los ejercicios siguientes, una propia para las empresas y otra para el impulso de proyectos singulares, todo ello con el objetivo de generar riqueza y nuevos puestos de trabajo en las zonas donde más impacto tendrá el cierre previsto de las centrales nucleares, a principios de la próxima década.
Ascó es uno de estos 21 municipios que recibirán ahora las ayudas. En concreto, 1,8 millones de euros que el Ayuntamiento destinará a la construcción de seis naves industriales.
El alcalde del municipio, Miquel Ángel Ribes, anfitrión del encuentro de ayer, valoró positivamente la consecución de estas ayudas, para concretar infraestructuras que permitan la llegada de nuevas empresas, con la consecuente creación de puestos de trabajo.
Por su parte, la alcaldesa de Vandellòs i l’Hopsitalet de l’Infant, Assumpció Castellví, remarcó la importancia de este apoyo para «poder realizar una buena transición» ante el cierre de las centrales.
Jaume Baró también recordó que se está acabando de diseñar una línea propia de ayudas para las empresas del territorio y para las que quieran instalarse e invertir en la zona, atendiendo a la demanda hecha desde el mismo territorio.
Se calcula que la clausura de las centrales nucleares catalanas comportará la desaparición de una media de 3.000 puestos de trabajo directos, incidiendo directamente en el tejido productivo de la Ribera d’Ebre, el Priorat, el Baix Camp, la Terra Alta, el Baix Ebre, el Montsià, les Garrigues y el Segrià.
El Fons de Transició Nuclear tiene por objetivo impulsar y diversificar la economía de estas zonas. Se creó a partir del impuesto que grava con un 50% sus ingresos relacionados con las actividades de producción, almacenamiento y transformación de energía eléctrica de origen nuclear.