No era un día ni una tarde cualquiera para el Club Rugby Tarragona. Ayer fue su estreno oficial en l’Anella Mediterránea, su nueva casa a partir de esta temporada, y no lo pudo hacer con victoria, aunque sí que pudo sumar un interesante empate ante el CRUC en un encuentro que terminó con empate a 32.
¡Tarrago-na! Ese fue el grito inicial que dejaron los jugadores de los Voltors antes del inicio del encuentro en la piña que habían formado en el verde. Lo hicieron bajo la mirada de varios aficionados que se acercaron a disfrutar del partido en los alrededores de l’Anella. No querían perderse el estreno en la nueva casa de su equipo. Lo hicieron y disfrutaron de una Anella Mediterrànea que a partir de ahora será su territorio.
Algunos incluso no dudaron en llevarse mantas para el suelo y sillas para poder seguir el partido con mayor comodidad, aunque lo cierto es que el aire estuvo presente. Eso sí, las mascarillas no faltaron siguiendo las normas de seguridad que por cierto no dejaban acercarse a menos de 1’5 metros a las vallas que rodean el césped del campo de l’Anella.
Fue un encuentro duro en el que reinó la igualdad de principio a fin. Nadie regalaba un metro y avanzar le costaba mucho a los ataques que se veían superados normalmente por las duras defensas planteadas por ambos equipos. Con el paso de los minutos entró en juego el desgaste y ambos equipos pudieron progresar con mayor facilidad.
Fue un partido de constantes intercambios en el que ninguno de los dos equipos lograron distanciarse en el marcador y el empate a 32 reflejó la igualdad que reinó durante todo el encuentro.
El Lleida arrolla al Cornellà
Toda la igualdad que reinó en el partido de l’Anella entre Voltors y CRUC fue la que no existió en el otro partido del grupo D de la División de Honor catalana en la que el Lleida comenzó metiendo miedo con una victoria muy contundente en su visita a Cornellà en la que se impuso por 22-88 y se convirtó en el primer líder del campeonato con 5 puntos, le siguen el CRUC y los Voltors con 2 puntos.