Las decisiones arbitrales en La Rosaleda que molestan al Nàstic

El primer gol del Málaga llegó con dos balones en el campo y no se pitó un penalti a Sanz

16 junio 2024 12:01 | Actualizado a 16 junio 2024 19:01

El Nàstic parece que vive condenado a tener polémica arbitral en sus finales del play-off de ascenso. Tras lo de Llagostera y lo de Vigo, dos partidos finales en los que los granas fueron seriamente perjudicados, La Rosaleda fue otro escenario que dejó varias jugadas polémicas y un enfado evidente por parte de los granas. No se habla ni de robo, ni de atraco, pero sí que molesta que el árbitro no tuviese dudas en acciones a favor de los locales y sí que las tuviese cuando eran favorables al Nàstic.

El primer gol del Málaga llega en un córner que se saca con dos balones en el terreno de juego. Eso ley en mano tiene varias interpretaciones, pero hay un hecho que puede marcar la diferencia en contra de los granas y es que es el propio Godoy el que recoge el segundo balón fuera del campo y lo introduce dentro.

Intentó una pillería que le jugó en contra porque no estuvo activado para defender el primer palo. La cuestión que se plantean los granas es la siguiente: ¿Qué hubiese sucedido si la acción hubiese sido al revés?

El segundo gol del Málaga llegó tras un penalti de Pablo Trigueros a Galilea en otro córner boquerón. Un agarrón, de esos tantos que hay en cada córner en cada área, que a veces se pita y a veces no. Al Nàstic le tocó la decisión más cruel y lo peor es que pocos minutos después hubo un agarrón a Óscar Sanz en el otro área que Palencia Caballero decidió no pitar.

No molesta que se pitará el penalti de Trigueros, molesta que no se respetara el criterio arbitral. Si se pita un penalti, se debe pitar el otro porque son dos acciones calcadas. Sin más. Esto irrita a un conjunto grana que lleva ya año y medio sin un penalti a favor.

Además, es un árbitro que le ha pitado al Nàstic nada más y nada menos que tres penaltis. Le pitó dos en un mismo partido en Los Pajaritos el año pasado y con el de La Rosaleda de ayer fueron tres. Pudieron ser cuatro, pero por suerte en otra acción de Trigueros ante Roberto no señaló la pena máxima pese a que fue una jugada muy dudosa.

El tono general del vestuario distó mucho del que reinó hace dos años en Vigo. Más que nada porque queda una vuelta y porque es momento de centrarse en lo deportivo y no en lo arbitral. Joan Oriol, Pol Domingo, Dani Vidal y Josep Maria Andreu fueron las voces autorizadas que hablaron ante los medios tras el duelo en La Rosaleda. Todos lanzaron varios dardos a la actuación arbitral, pero prefirieron centrarse en pensar ya en la remontada que quieren preparar en el Nou Estadi de cara al próximo sábado. El feudo grana va a ser un infierno que ya comenzaron a calentar.

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