Josep Betalú Constantino (Amposta, 41 años) ha logrado recientemente la cuarta Titan Desert consecutiva, un hito que nadie había conseguido hasta el momento (Roberto Heras ganó cuatro veces de manera no consecutiva). Los triunfos en esta cita y en otras pruebas destacadas permitieron que el ampostino, con mucho esfuerzo y entrega, pudiera dar el salto a profesional y actualmente está viviendo de su pasión.
El corredor del Montsià apunta que «me ha cambiado mucho la vida. La Titan la he ganado varios años y esto me ha dado prestigio. La prueba está organizada por ASO y la repercusión es enorme a nivel de medio de comunicación y de países a los que llega información sobre ella». Betalú sigue diciendo que «además, conseguí podios en otras carreras, en Costa Rica, donde la MTB es religión, y me pusieron encima de la mesa todas las facilidades, económicas también. Patrocinios, lugares de entrenamiento (vivo en altitud), pruebas de prestigio...»
El ebrense empezó a flirtear con el profesionalismo «hace unos cinco años, pero lo compartía con el trabajo en mi taller de coches, que cerré a finales de 2018 y que por el momento no tengo intención de volver a abrir. A partir del año pasado empezaron a aumentar los contratos y me salió la oportunidad de marcharme a Costa Rica y dedicarme exclusivamente al ciclismo, donde estoy centrado en entrenar y por las tardes descansar». Este hecho ha provocado que «este año esté en mejor forma física. Llevo 14 victorias y cuatro en generales de vueltas por etapas ganadas en España, Costa Rica, Guatemala y Marruecos».
‘Beta’, como es conocido en el ámbito del ciclismo, sólo abandona el país tico para disputar algunas competiciones: «me gano bien la vida. En Costa Rica se valora mucho al deportista profesional. Por suerte mi popularidad es grande y me tratan muy bien. Pienso que en España en el mundo de la BTT falta reconocimiento a los deportistas».
El ampostino está viviendo en Valle Central, una zona muy montañosa: «es un paraíso. Puedo entrenar por sitios espectaculares; a veces incluso digo que hago turismo en bicicleta. Además, me preparo por lugares diferentes y esto es bueno física y mentalmente».
La única pega de estar en Costa Rica es que Betalú está lejos de la familia: «hablamos por teléfono, pero tengo previsto volver cada mes y medio o dos meses y estar unos días en mi tierra antes de volver».
Dulce recuerdo
Josep Betalú todavía tiene en el recuerdo la gran victoria conseguida en la Titan Desert: «estoy muy contento. Había preparado muy bien la competición y tenía ganas de conseguir el reto de ganar. Lo logramos gracias a una fantástica labor de equipo que me facilitó mucho las cosas».
Betalú explica que «es una carrera espectacular con una organización impecable. El desierto tiene magia y encanto y esto hace que enganche a los participantes, que suelen volver a competir. Es muy especial».
El corredor del Montsià quiere dar las gracias a «las personas de todo el mundo que me dieron ánimos y me apoyaron. Ellos me dan fuerzas para seguir entrenando y compitiendo». El año que viene volveremos a la Titan Desert y, aunque sabemos que será complicado, intentaremos conseguir la que sería la quinta victoria consecutiva. Somos conscientes de las dificultades, pero pondremos todo el esfuerzo para lograrlo».
Costa Rica en el casco
A modo de curiosidad, cabe destacar que Betalú disputó la Titan Desert con la bandera de Costa Rica en el casco que utilizó durante la competición. Él mismo explica que «en enero me marché a vivir a allí y me dedico profesionalmente a este ámbito. Soy una persona de mundo y la verdad es que en este país todas las personas me tratan muy bien y me hacen sentir como un tico más». El ciclista de la capital del Montsià sigue diciendo que «me siento un habitante más y es una manera de demostrar el amor que tengo a Costa Rica».
Cabe destacar que desde el 2014, Betalú ha ido y venido de allí, donde es un auténtico ídolo y ve reconocidos sus numerosos éxitos en el terreno de esta disciplina deportiva en la que es toda una referencia.