Gerard Garriga (El Morell, 29 años) se disponía a viajar a Londres (Inglaterra) para mejorar su nivel de inglés. Había finalizado la carrera de INEF en Lleida y quería seguir los pasos de su hermana en la capital inglesa. Pero un compañero le abrió la posibilidad de irse más lejos. A Nueva Zelanda, un país en el que el español apenas fuera un eco lejano. «Iba a ser una experiencia de tres meses, pero ya va a hacer cinco años que estoy aquí», señala Gerard Garriga. Llegó a Oceanía para aprender el idioa y se quedó por el fútbol. Una carrera que le ha llevado a conquistar el máximo título continental, la Champions League OFC. De ese título apenas hace un semana, pero el futbolista tarraconense todavía mantiene fresco. Sobre todo porque fue escogido como el MVP, el mejor jugador de la final ante AS Vénus Mahina de Tahití. Un gol y una asistencia firmaron una actuación excelente. El título les permite acceder al Mundial. Allí se verán las caras con todos los grandes campeones. El Real Madrid, entre ellos, que acudirá como ganador de la UEFA Champions League. «Si ya es un sueño jugar y ganar una Champions League, aunque sea de un lugar como Oceanía imagina un Mundial ante los mejores equipos del planeta», cuenta Garriga desde Nueva Zelanda.
La competición se jugó en apenas 12 días en Auckland. «Se tenía que disputar en las Islas Fiji, pero los casos de Covid-19 hicieron que se cambiara el escenario de la competición». El trato de los Gobiernos de Oceanía en cuanto a la pandemia ha sido bien diferente a los de Europa o Estados Unidos. «La premisa era casos cero. En cuanto se detectaban varios positivos, cerraban el país. Cuando todo el planeta iba saliendo, nosotros estuvimos desde agosto a diciembre confinados», explica.
La pandemia marcó la edición de la OFC Champions League 2022. Participaron los equipos Solomon Warriors FC y Central Coast (Islas Salomón), Ruerue FC y ABM Galaxy FC (Vanuatu), PRK Hekari United FC y Lae City FC (Papúa Nueva Guinea), SC Ne Drehu y Hienghene Sport (Nueva Caledonia), Rewa FA y Lautoka FC (Fiji), AS Vénus Mahina y AS Pirae (Tahití), y el Nikao Sokattak FC (Islas Cook), además del campeón Auckland FC (Nueva Zelanda). En la fase de grupo superaron a Hienghene Sport, Rewa FA y Nikao Sokattak. En semifinales se las vieron contra el Central Coast (2-0) antes de esa finalísima contra AS Vénus Mahina.
La Federación Australiana salió hace años de la OFC para ingresar en la Federación Asiática, por lo que los conjuntos australianos, hegemónicos hasta entonces en la OFC dejaron su lugar a Nueva Zelanda que domina con 13 títulos. De los últimos diez torneos, ocho fueron para el Auckland City FC.
Pero no todo ha sido tan bonito. En sus inicios, cuando llevaba dos meses viajando por el país, comenzó a echar de menos el fútbol. En España, mientras estudiaba en Lleida, jugaba en el Atlètic Alpicat. Buscó un equipo, pero «nadie me quería», dice. La federación de Nueva Zelanda cuida mucho al jugador nacional y marca una normativa muy estricta a los jugadores extranjeros. «Solo se permiten a cuatro jugadores de fuera del país, por lo que tienes que demostrar mucho más que el resto para poder coger una de esas plazas», explica el tarraconense. Además de los problemas burocráticos.
El Western Spring fue el primer club del país oceánico que apostó por Garriga. Enseguida llamó la atención del Waitakere United, con el que disputó las dos últimas campañas de la entidad, antes de su desparición, en la Northern League, una de las primeras divisiones del país... El rendimiento del morellense fue suficiente para que el Auckland City FC, el equipo más poderoso del país, apostara por su incorporación a principios de este año. En la ciudad más poblada han llegado los mayores éxitos del futbolista.
Liga no profesional
Si bien, el fútbol en Nueva Zelanda está lejos del nivel europeo. «Cuando llegué no era ni siquiera el deporte más popular, qu era el rugby, pero año a año ha ganado repercusión y ahora es el más practicado», detalla el futbolista tarraconense. Pese a ello, la liga de fútbol no es profesional y la mayoría de jugadores complementa sus salarios deportivos con otra dedicación profesional.
Garriga explica que el proceso de desarrollo del fútbol se ha acelerado por la alta inversión en las Academias de fútbol del país. Los reesultados se han podido ver en los Juegos Olímpicos de Tokio en la que la selección de Nueva Zelanda llegó a cuartos de final o en el Mundial Sub20 que fue eliminada en octavos de final. «El fútbol aquí tiene mucha influencia del inglés, con juego directo. Pero ha ido evolucionando y en los próximos años crecerá mucho más».
Garriga lleva desde 2019 sin pasar por casa. «Voy año a año. La idea era volver en diciembre, pero no puedo perder la oportunidad de jugar un Mundial. Así que supongo que retrasaré un poco más mi regreso.»