La delantera actual del Nàstic en este tramo de temporada tiene dueños. Ambos comparten apellido y los dos están demostrando sobre el verde que mezclan a la perfección. Pablo Fernández y Guillermo Fernández han aprovechado un contexto de lesiones para imponerse sobre el resto. Son una sociedad anónima que en sus primeras semanas ya está sacando beneficio pleno: Fernández S.L.
Su irrupción ha venido motivada sobre todo por el hecho de que han sido los únicos delanteros a los que las lesiones no les han perseguido desde el inicio de la temporada. Sus compañeros de ataque no han tenido tanta suerte. Primero fue Andrei Lupu el que cayó en pretemporada con una doble fractura de mandíbula y hace dos semanas era Marc Álvarez el que se quedaba fuera de la convocatoria por unas molestias en el pubis que no le permiten estar al cien por cien.
Así pues, Agné solo contaba con dos delanteros frente al Calahorra y no tuvo dudas en que iba a meter a los dos. Lo hizo y en el Municipal de La Planilla nacería una conexión que no dio tangibles en su estreno como titular, pero que a la semana siguiente daría la primera alegría de la temporada.
El gol de la victoria del Nàstic frente al Amorebieta lo cocinaron los dos puntas en una jugada en la que demostraron tener conexión. Pablo Fernández le metió un centro medido que Guillermo Fernández hizo todavía más bueno al imponerse al defensa contrario y colocar un cabezazo medido que superó al meta rival. Fue el primer tangible generado entre una pareja que se entiende y se complementa. Hay argumentos firmes para explicar porque pese a llevar tan poco tiempo jugando juntos se les aprecia una comodidad esperanzadora sobre el verde.
Entre Pablo y Guillermo reúnen todas las características que probablemente formarían al delantero más completo del panorama futbolístico. Una especie de Erling Haaland, para que me entiendan. ‘El Faro de Candás’ es un delantero que esta temporada está demostrando que a la hora de ganar duelos hay pocos puntas en la categoría con su capacidad. Brega, va y gana porque juega con fe. A su fútbol le faltan goles, todavía no se ha estrenado en lo que va de temporada, pero aporta tantas cosas a un sistema ofensivo que su presencia siempre suele sacar rédito, aunque sea de manera indirecta.
Dupla complementaria
Lo bueno para el delantero asturiano es que sabe que si tiene a Guillermo Fernández puede centrarse en destapar sus virtudes y alejarse de sus puntos débiles. Más que nada por el ariete vasco es un perfil de atacante muy distinto a Pablo Fernández. A él no se le nota tan cómodo en la brega y tampoco tiene esa capacidad para caer a banda. Su naturaleza es la del gol y hay ya ha demostrado que es puro veneno. No necesita ni siquiera estar realizando un buen partido porque convive con el gol con una naturalidad evidente. Domina el posicionamiento y el remate y eso le hace ser una víbora dentro del área.
Guillermo Fernández ya suma dos goles en lo que va de temporada. Sus números son crecientes y ya está demostrando porque su fichaje fue un golpe en la mesa. No hay que olvidar que el año pasado en Segunda División logró marcar 8 dianas con el Burgos. Apuntaba a estar arriba en la tabla de goleadoras en los pronósticos y de momento los está haciendo buenos.
El Eldense es la próxima víctima que tiene la dupla grana en su horizonte. La víbora Fernández buscará volver a inyectar veneno, mientras que el ‘Faro de Candás’ estrenar su cuenta goleadora.
El Nàstic sigue creciendo en masa social de manera vertiginosa y ayer anunció que ya ha superado la barrera de los 6.000 socios. Un inicio de año brutal y que mejora las cifras de las pasadas temporadas. Un claro ejemplo de que la afición quiere llevar en volandas al equipo grana a conseguir el ascenso que el año pasado se tuvo tan cerca.
Por otro lado, el equipo nose ejercitará estos días en el Nou Estadi Costa Daurada para preparar el partido frente al Eldense, ya que la empresa Royal Verd está resembrando el césped del feudo grana como preparación para los próximos meses de invierno. Su estreno será ante el Real Murcia.
goles suma Guillermo Fernández con el Nàstic en lo que va de curso