Que en las calles de Sant Salvador, uno de los barrios más humildes de Tarragona, el deporte rey sea el balonmano se debe al proyecto solidario ‘FIATEH’, iniciado por Aurelio Tubilla doce años atrás. Gracias a este programa, centenares de niños de Sant Salvador con bajos recursos pueden jugar a balonmano, en el Tarragona Handbol Club. Entre ellos, David Efosa Iyamu y Divine Oghosa Iyamu (Tarragona, 2009), hermanos gemelos, que en el 35º aniversario han alcanzado un logro insólito para el club: la Federación Española de Balonmano les ha citado para una concentración en Burgos, del 14 al 20 de julio.
Si causan gran sensación en los técnicos, volverán a ser llamados para otra tecnificación en Navidad. De este grupo, saldrá la plantilla que disputará con la selección española cadete el Torneo Cuatro Naciones, en 2024.
«Lo primero que pensamos es que nuestro amigo Nelson, quien nos introdujo al balonmano, se lo merecía tanto o más que nosotros», comentan David y Divine. Pese a su juventud y timidez, demuestran una gran madurez en sus respuestas. Por las tardes, Nelson y el resto de sus amigos se ejercitan junto a ellos para que lleguen con la mejor forma física posible a la concentración. Tubilla es el encargado de guiar el entrenamiento.
Talento nato
A simple vista, los dos gemelos reúnen unos atributos físicos envidiables, óptimos para la práctica del balonmano. Cuando se disponen a entrenar, una vez finalizada la charla, las sospechas resultan ciertas. David y Divine son dos chicos espigados y fibrados, que a su buen físico suman una gran inteligencia para leer las jugadas. Además, son zurdos, una minoría entre los jugadores de balonmano, con las ventajas que conlleva. Comparten banda y se intercambian entre ellos la posición de extremo y lateral.
Aunque empezaron jugando a fútbol en el patio del colegio, nada más probar el balonmano quedaron maravillados. «Lo que más disfrutamos es ganar, pasárnoslo bien y compartir equipo con nuestros amigos, los mismos que tenemos fuera de la pista», cuentan. Provienen de una familia humilde y viven con su madre, quien les ha inculcado todos sus valores. A ojos de Tubilla, son unos chicos respetuosos, esforzados en los estudios y agradecidos con todo lo que se les da. «Aprecian mucho lo que tienen porque tienen muy poco».
Tubilla, su gran mentor
Como con el resto de niños de la entidad, Tubilla fue el primer entrenador en acogerlos al Tarragona Handbol Club, cuando tan solo tenían seis años. «Es como un abuelo para nosotros», coinciden los hermanos. Y es que la figura de Tubilla, de porte erguido pero entrañable, va mucho más allá de su función como entrenador. «Muchas veces eres como un padre, les ayudas a desplazarse o con sus problemas personales, en ocasiones acuden a mí antes que a sus propios padres», explica el impulsor de ‘FIATEH’.
De la mano de este proyecto, el Tarragona Handbol Club ha conseguido hacer accesible el deporte en niños como David o Divine. El acrónimo, “Formació, Integració Aurelio Tubilla Escola Handbol”, reviste de doble sentido. Tal y como el propio nombre indica, Tubilla también trata que las familias inmigrantes se “fíen” de su tarea. “Cuando me conocen dejan venir a sus hijos al club”, cuenta.
La razón de ser de la entidad es que nadie se pueda sentir discriminado por motivos de raza, religión o nivel deportivo. “Aquí nos basamos en el compañerismo y trabajo en equipo, valores que faltan en mi clase”, asegura David. Para ellos, el club se convierte en una especie de refugio. Tubilla reivindica el papel social del club: «Estos niños están jugando a balonmano antes que estar creando conflicto o relacionándose en ambientes indebidos».
David y Divine son el reflejo de los valores de la institución. Su modo de recompensar todo lo que les ha dado el club ha sido que, por primera vez desde la fundación de ’FIATEH’, dos niños del Tarragona Handbol Club irán a entrenar con la Federación Española.
El proyecto es tan altruista que tanto entrenadores como directiva no cobran un solo euro por su trabajo. Las cuotas suponen un gran esfuerzo para el club, que también hace todo lo posible para que los niños con más dificultades económicas puedan jugar de igual manera. Sin su voluntad solidaria, el club no existiría.
Gran oportunidad
David y Divine prefieren ir paso a paso. Pese a su juventud, Aurelio ha tratado de explicarles la gran oportunidad que tienen por delante. “Nos ha dicho que demos todo lo que tenemos, porque si vamos con miedo o no lo damos todo, la oportunidad se perderá”, explica Divine. Formar parte de la selección española supondría un escaparate para los grandes clubes del territorio. Pocos niños con escasos recursos tienen la oportunidad de triunfar en el deporte. Ellos tienen el talento y valores necesarios para ello.