El Barça femenino camina por el universo fútbol como un auténtico referente, pionero en el impulso de este deporte por todo el mundo. Sus futbolistas se han convertido en prácticamente figuras mediáticas, hasta el punto que las camisetas de Aitana Bonmatí y Alexia Putellas se encuentran en el top 10 de las más vendidas por el club.
En ese ecosistema culé convive el técnico de Gandesa Rafel Navarro, primero como asistente de Lluís Cortés y hoy como mano derecha de Jonatan Giráldez. La vida no le ha cambiado mucho, porque su aportación no acapara portadas ni suele acumular elogios, aunque resulta decisiva para un equipo que se relaciona siempre con la máxima exigencia y que precisa reinventarse cada año para conservar el excelente nivel de juego que exhibe.
En este sentido, Navarro cumple su quinta temporada en el cuerpo técnico y necesita revisar el método y los formatos de entrenamiento y vídeo para no fatigar demasiado a las jugadoras con el mismo mensaje. Su labor dentro de la rutina diaria se relaciona con el trabajo de estrategia, además de vincularse mucho con el diseño de cada entrenamiento. En los días de partido resulta frecuente verle enganchado a una pantalla que se instala en el mismo banquillo. A través de ella repasa minuciosamente cada acción del juego y, si hace falta, la recorta para mostrarla a las actoras durante el intermedio. Rafel se ha convertido en un analista de detalles. Suele ocurrir en los entrenadores.
El Barça mantiene su estatus de equipo de autor en el presente. Sin ir más lejos, el domingo le goleó al Madrid (5-0) en el campeonato doméstico, en otra jornada histórica, con casi 40.000 espectadores en el Estadi Lluís Companys. En parte, el éxito de este grupo radica en el ambiente sano que se respira en el vestuario. A pesar de que sus futbolistas ya reciben el reconocimiento incansable de los adeptos y adeptas y, en algunos casos, de las marcas publicitarias, la humildad y el hambre por el progreso definen su comportamiento.
Mientras, Rafel Navarro acumula títulos y hace currículum gracias a una labor que no entiende de horarios y sí de mucha dedicación. Suma ya dos Champions League, cuatro ligas, tres Copas y tres Supercopas.
Relacionado con el femenino
Desde hace mucho tiempo que el entrenador se encuentra arraigado al fútbol femenino. En época de estudios y formación, se comprometió con el Lleida e incluso llegó a dirigir al conjunto universitario mientras estudiaba. Además se erigió en el impulsor del primer equipo de fútbol femenino que se formó en su población natal, Gandesa. Conoce perfectamente los secretos de gestión y trato.
De ahí que no ha dudado en posicionarse a favor a las reivindicaciones que las futbolistas, a través de los últimos acontecimientos que se han precipitado en la selección española, han demandado para la evolución hacia la igualdad. Se ve reflejado en esa lucha incansable. El de Gandesa también ha formado en distintos staff de equipos masculinos, por ejemplo en el del desaparecido CF Reus B, que llegó a competir en la Tercera División.
En el top mundial, Rafel Navarro no ha modificado su manera de ser. Sigue muy vinculado a su gente más cercana. En su mente, eso sí, reside el afán de mejorar al Barça. De manera silenciosa.