Los jugadores del Nàstic han abandonado las instalaciones del Municipal de Tarazona disgustados por la derrota (1-0) y sobre todo, por cómo han encajado el gol que decantaba el partido para los locales.
«Nos vamos con mal sabor de boca. Sabíamos que el Tarazona nos iba a plantear el partido que nos hemos encontrado. Con mucho juego directo por su parte. La primera mitad, creo que lo hemos hecho bien y no nos han llegado y en la segunda, han hecho más y de un saque de banda, en el que no hemos estado atentos, han conseguido y girar y marcarnos el gol», ha explicado el defensa sevillano del equipo Nacho González.
El Nàstic no ha conseguido remontar todavía un partido en el que se haya puesto por detrás en el marcador. Un aspecto en los que el jugador ha instado a seguir trabajando: «Hemos quedado tocados tras el gol. Sentíamos un poco de impotencia porque nos costaba llegar a portería rival. Hemos hilado menos de lo que tocaba, seguramente porque el campo tampoco ayudaba. Tenemos que trabajar ese aspecto porque quedan seis finales».
El primer puesto que otorga el ascenso directo cada vez está más difícil, ahora con el Deportivo a siete puntos, pero la plantilla no quiere fijarse metas: «Vamos día a día. Seguimos aspirando a todo hasta que los números nos digan que no podemos alcanzarlo, entonces iremos a por el segundo objetivo».
«Hay que aprender, pero no lamentarse y afrontar lo que queda con ilusión».