Los números no engañan y la portería del Nàstic tiene en estos momentos cuatro inquilinos. Sobra uno porque en cualquier plantilla suele haber solo tres guardametas. En el conjunto grana estas primeras semanas de pretemporada han servido para terminar de afinar y concretar los tres elegidos.
Lógicamente ya se tenía claro que uno de los arqueros iba a ser Manu García. Al que muchos consideran el mejor portero de la categoría renovó con el Nàstic este verano tras varias semanas de tira y afloja que terminaron con final feliz. El sevillano es uno de los referentes del equipo, se siente respaldado por todos los estamentos del club grana y esta temporada seguirá gozando de la etiqueta de titular indiscutible. Manolo Oliva, entrenador de porteros, también lo considera así. Por ello no fue de extrañar que el guardameta de Pedraza se deshiciera en elogios a la figura de Oliva. La conexión es evidente y fructífera.
Más dudas había al comienzo del verano sobre quien iba a ocupar el rol de segundo portero que había dejado Gonzi libre tras dos años interpretándolo. El meta vasco finalizó contrato y el Nàstic decidió no ampliarle la vinculación. En ese momento se abrió un hueco y hubo dos nombres propios que tomaron fuerza para ser el relevo.
El primero de ellos fue un Cheikh Sarr que tras encadenar dos cesiones seguidas a los filiales de Oviedo y Granada regresaba a Tarragona todavía con un año de contrato bajo el brazo. En ambos préstamos había acumulado minutos y regularidad en su juego y era una opción interesante. La otra era la de un Dani Parra que antes de comenzar la pretemporada se anunciaba que iba a ser jugador del primer equipo a todos sus efectos.
El premio a un guardameta que durante los dos últimos años ha sido un fijo en los entrenamientos del primer equipo y del que se tienen grandes referencias. Una pieza de presente pero sobre todo de futuro al que el vestuario respeta y valora. Porque se trata de un portero con grandes aptitudes y que ha encajado como anillo en el dedo en la plantilla. Manolo Oliva también le considera un arquero de mucha proyección y por ello le está forjando poco a poco. Cuentan incluso que la temporada pasada estuvo cerca de debutar en Primera RFEF con el Nàstic en algunos de esos partidos en los que Manu García andaba renqueante y fue duda hasta última hora. A Raül Agné es un portero que le gusta mucho.
Por ello finalmente y salvo giro radical en los próximos días se ha decidido que el portero de Riudoms va a ser el segundo portero del Nàstic la próxima temporada. Esto va a suponer la salida de Cheikh Sarr que buscará seguir contando con minutos lejos de Tarragona. Basta saber si se irá de forma definitiva o renovará y se marchará como cedido. Lo cierto es que Oliva está encantado con su rendimiento durante esta pretemporada. Le considera un portero especial y que está preparado para asumir algo más que un rol de suplente durante toda la temporada. Eso sí, no en Tarragona donde la sombra de Manu García es demasiado grande.
Por último, Theo Venetikidis será el tercer portero. Un papel que ya interpretó sin estridencias la pasada temporada y seguirá haciéndolo este año en el último curso de contrato que le queda por delante en Tarragona. El griego se adaptó desde un primer momento a sus compañeros y se ha ganado el cariño tras romper con la barrera de la adaptación y del idioma.
La portería del Nàstic está en buenas manos. En los próximos días se terminará de aclarar con la presunta salida de Cheikh Sarr. Manu García será el titular indiscutible. Dani Parra le guardará las espaldas y Theo Venetikidis trabajará en silencio y a la sombra. Todos bajo el manto de Manolo Oliva, el creador de porteros de élite del Nàstic de Tarragona.