Los socios más veteranos del antiguo Reus Aigüesverds (hoy Gaudí Golf Club) aún la recuerdan correteando entre los greens sin soltar sus palos de plástico mientras trataba de emular a su hermana mayor, Marta. «Siempre fue una niña muy movida», recuerda su madre, Cristina. De aquellos momentos de la infancia que pasaba en busca de los hoyos, golpeando a su manera y embocando ya algunas bolas, y sobre todo de la pasión que en su casa sentían y sienten por el golf (su padre, Xavi, y también Cristina son practicantes amateurs), no es de extrañar que Anna Cañadó Espinal (Reus, 2007) acabara convirtiéndose en jugadora.
Han pasado ya catorce años de esa estampa y ahora Anna, con 17, es ya una más que prometedora golfista -cuenta con cuatro títulos de España en categorías inferiores- que apunta claramente hacia el profesionalismo sin olvidar sus orígenes. De hecho sus vínculos con el campo reusense perduran imborrables por cuanto quien fuera uno de sus primeros entrenadores, Joan Bronchales, dirige ahora sus pasos entre semana en el Real Club de Golf El Prat, en Barcelona, a donde se trasladó hace un tiempo su familia por motivos laborales.
Su familia siente devoción por el golf. Lo juegan su padre, madre y hermana
Eso sí, los fines de semana (los pasan en la segunda residencia, en Cambrils) Anna juega en los espectaculares campos del club del que es socia, el Infinitum, ubicado en terrenos de Vila-seca y de Salou y donde adora especialmente el Lakes, por la exigencia que requiere.
Allí los amateurs que tienen la fortuna de compartir algún recorrido con ella quedan absolutamente maravillados con sus variados golpes (tiene un handicap de +4.5), de entre los que destaca el driver por la fortísima pegada y velocidad de bola que tiene Cañadó.
Conocen bien el juego que practica las rivales a las que se ha medido a lo largo de los últimos meses, en los que Anna ha brillado con luz propia con la obtención de magníficos resultados. En 2022, sin ir más lejos, se alzó con el doble título de campeona de España sub16 y sub18 -se adjudicó ambos torneos con solo 15 años-, así como con el Junior Vagliano Trophy, formando parte del equipo europeo.
Aunque el trofeo más valioso fue el Spanish International Stroke Play, el más importante de los que ha conquistado hasta ahora y que logró en el Real Guadalhorce Club de Golf (Málaga), en octubre. Sin olvidar, también en ese 2022 para enmarcar, su subcampeonato en el European Young Master.
«Llevaba tiempo trabajando muy bien y los resultados acabaron saliendo. El golf es un deporte muy psicológico y durante una competición juegan muchos aspectos», explica la propia Anna, quien este año sigue también en un magnífico estado de forma después de ser tercera en la European Nations Cup y en el reciente Championship German Girls Amateur.
Competitiva y habilidosa desde la infancia -también lo era en su etapa como tenista que practicó hasta los ocho años en paralelo al golf- la jugadora reusense tiene como objetivo inminente el Mundial sub18 que disputará en diez días en Japón, formando parte de la selección española.
Allí se medirá a las mejores jugadoras de su categoría, de entre las cuales la propia Cañadó es segunda en el ránking europeo (figura además en el top 100 mundial amateur femenino absoluto). «El objetivo es estar entre las mejores y creo que tengo posibilidades», admite.
Habitualmente entrena en El Prat, y los fines de semana en Infinitum. Adora el campo Lakes
Anna es una asidua del equipo nacional desde hace unos años y acude regularmente a las preceptivas concentraciones que la Real Federación Española de Golf realiza en el Centro Nacional de Golf, en Madrid. También es fija en las distintas convocatorias internacionales.
Su progresión y trayectoria le han valido la obtención de una beca deportiva para marcharse a los Estados Unidos en verano de 2024 y poder combinar allí sin problemas su deporte con la carrera universitaria. Cañadó, de hecho, tuvo diversas ofertas sobre la mesa; finalmente se decantó por la Universidad de Duke, en Carolina del Norte.
Además del prestigio que tiene esta universidad considerada como una de las ocho mejores del mundo -Anna cursará estudios vinculados al Business- de su campo de golf han surgido en los últimos años una treintena de profesionales, otro motivo más que convenció a la reusense y a su familia en esta decisión.
Mientras sueña con alcanzar algún día el profesionalismo no esconde su predilección por Jon Rahm, el último ganador del Masters de Augusta y número uno mundial -«me encanta como juega», admite-, aunque el jugador por el que ha sentido mayor devoción es Tiger Woods, considerado por muchos como el mejor golfista de la historia. «Fue sorprendente como volvió a lo más alto después de todos los problemas que tuvo y que le mantuvieron apartado tanto tiempo del deporte», sentencia Cañadó.
