Caplan y Mina han construido su mundo a partir de la amistad que los une. Los dos han crecido en hogares monoparentales y viven en la misma calle. Sin embargo, no podrían ser más distintos el uno de la otra y, desde luego, en el instituto navegan en esferas sociales muy distintas.
Mina es la mejor estudiante de la promoción, y sus abuelos paternos la presionan para que asista a la prestigiosa universidad de Yale. Caplan, por su lado, se ríe de las predicciones que afirman que saldrá elegido el Rey del baile de graduación, mientras teme que este reconocimiento pueda ser también el mayor logro que reciba en su vida. Todo lo que les rodea puede tambalearse, pero mientras sigan siendo amigos, saben que nada puede salir mal... hasta que llega su último verano juntos. Mina se lanza a salir de su caparazón para descubrir que hay vida más allá de los libros y Caplan comienza a darse cuenta de que lo que siente por ella puede ser más que amistad. Pero si confesar sus sentimientos pone en peligro lo que más le importa, ¿se atreverá a decir la verdad?
Un verano para siempre es una novela juvenil ligera, cálida y encantadora, que se lee en un suspiro y que se siente como un abrazo. A pesar de que tiene una ambientación claramente estadounidense, a la vez emana una nostalgia por aquellos últimos meses de instituto que, eso sí, es una experiencia universal: la confusión, la incertidumbre hacia el futuro, las despedidas con las personas que te han acompañado durante esos años tan transformadores, la intensidad con la que se vive todo... La novela incluye algunos clichés propios de la literatura romántica, como el romance entre amigos de la infancia; sin embargo, también introduce algunos giros que la alejan de otras novelas del género. Un ejemplo de ello son los personajes secundarios, como Quinn o Hollis, que aportan riqueza a la trama y que a veces incluso logran eclipsar a la pareja protagonista. Quinn es el mejor amigo de Caplan, otro chico popular que siempre va con su skate y que se ha pasado el instituto esquivando los castigos de los profesores. Su relación con Mina marca un punto de inflexión en la historia: cuando Quinn confiesa sus sentimientos por ella, la joven se ve impulsada a abrir su vida social y empieza a codearse con el grupo más popular del instituto. Este grupo incluye también a Hollis, la novia de Caplan.
Título: Un verano para siempre/Un estiu per sempre
Autora: Daisy Garriso
Editorial: Inuk Books
Traducción castellana: Judit Martín Gil
Traducción catalana: Anna Rosich Soler
Páginas: 272
Edad recomendada: A partir de 14 años
En prácticamente cualquier otra novela de este género, Hollis habría sido un personaje plano cuyo único papel habría sido el de ejercer de contrapunto de Mina. Sería la típica novia frívola y malvada que conseguiría que Caplan abriera los ojos y se diera cuenta de las bondades de su mejor amiga. Por suerte, nada más lejos de la realidad. Un verano para siempre se aleja de este cliché y convierte a Hollis en el que probablemente sea el personaje más interesante de la novela. No solo eso, sino que además acaba siendo un apoyo esencial para Mina. Me ha parecido muy bonita la amistad que se acaba formando entre ellas.
De hecho, y aunque lógicamente el amor es un ingrediente muy importante de la novela, al final sobre todo esta es una historia de amistad. De la amistad que encuentras donde y cuando menos la esperas. Como Mina y Hollis; o incluso como la pareja protagonista, Mina y Caplan, cuya amistad surge de manera inesperada a través de la lectura. Otro detalle que me pareció precioso.
En general, siento que Daisy Garrison ha hecho una fotografía muy honesta de lo que significa ser adolescente hoy en día, en un momento muy concreto de la vida.
Anna López es editora de literatura infantil y juvenil