Un llamamiento global a cuidar la salud cardiovascular. Esta es la razón de ser del Día Mundial del Corazón que se celebrará el domingo 29 de septiembre. «Una epidemia. En estos términos se habla ya de las enfermedades cardiovasculares. Los datos así lo corroboran. Este año, en el mundo se registrarán 18 millones de muertes por causas cardiovasculares, una cifra que en 2030 alcanzará los 23 millones de fallecimientos», indica la coordinadora asistencial del Servicio de Cardiología del Hospital Universitari Sant Joan de Reus, la Doctora Pilar Valdovinos. Así, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo.
Al respecto, el presidente de la Federación Española del Corazón, el Doctor Andrés Íñiguez, ha contextualizado esta semana que «en 2022, último año del que hay datos completos disponibles, fallecieron en nuestro país, de forma prematura, por alguna enfermedad cardiovascular 17.400 personas. Esto quiere decir que casi 14.000 de esas muertes podrían haberse evitado».
«Actualmente, la enfermedad cardiovascular más prevalente entre la población es la cardiopatía isquémica, es decir, la obstrucción de las arterías del corazón, como consecuencia de factores de riesgo como la hipertensión, la diabetes, el sedentarismo, el estrés, etc.», recuerda la Doctora Pilar Rull, jefa del Servicio de Cardiología de la Xarxa Santa Tecla.
Entonces, para ganar por goleada a los infartos agudos de miocardio, los accidentes cerebrovasculares o la arteriopatía de las extremidades inferiores, hay que marcar un triplete: alimentación saludable, ejercicio físico y abandonar el consumo de tabaco.
Alimentación saludable
La más beneficiosa para la salud cardiovascular es la dieta mediterránea, basada en el aceite de oliva virgen extra y los frutos secos preferentemente naturales; rica en frutas, verduras, hortalizas y legumbres, así como cereales de preferencia integrales; el consumo de lácteos tres veces al día; dando prioridad a la carne blanca y el pescado azul rico en Omega-3. Todo ello, preferiblemente, repartido en tres comidas durante el día.
«También debemos procurar cocinar de manera saludable, es decir, moderando el uso de salsas, frituras, etc.», añade la Doctora Pilar Rull.
Ejercicio físico
Actualmente, se aconseja realizar entre 75 y 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada a la semana, y dos o tres días dedicarlos al entrenamiento de fuerza. «La obesidad y el sedentarismo son factores de riesgo y perjudiciales para el corazón», recuerda la cardióloga.
Así, «cualquier tipo de ejercicio físico, por poco que nos parezca, tiene beneficios en nuestra salud cardiovascular. Andar 10 minutos cada día contribuye a aumentar nuestra esperanza de vida del entorno de un año o año y medio. Todo cuenta», afirma la Doctora Valdovinos.
En cuanto al entrenamiento de la fuerza, previene el envejecimiento, la osteoporosis, incentiva la actividad cerebral, etc. También se ha demostrado que las actividades cardiosaludables contribuyen a prevenir el Alzheimer, algunos tipos de cánceres como el de colon y otras patologías.
Cero tabaco
Es así de sencillo. «Cuando hablamos de cáncer de pulmón, el tabaco es dosis-dependiente, es decir, cuantos más cigarros fuma una persona, más probabilidad tiene de tener cáncer de pulmón; mientras que fumar un cigarrillo ya supone un riesgo de sufrir un infarto», añade la Doctora Valdovinos.
Si eres fumador y estás pensando en dejarlo, «los cigarrillos electrónicos no son una alternativa, puesto que se sabe que también perjudican el sistema respiratorio y cardiovascular. Lo saludable es no encender ningún cigarrillo». «Lo más importante es la fuerza de voluntad de cada uno. Asimismo, desde los Centros de Atención Primaria se ofrecen herramientas y recursos para dejar de fumar, que incluyen tratamientos farmacológicos y grupos de apoyo psicológico», apunta la Doctora Rull.
La FEC, la Sociedad Española de Cardiología y la Federación Mundial del Corazón impulsan una recogida de firmas para instar a todos los países a desarrollar estrategias nacionales para combatir las enfermedades cardiovasculares
Estrés bajo control
Por otro lado, si queremos ganar por goleada a las enfermedades cardiovasculares también podemos hacer póquer aprendiendo a gestionar el estrés. «La meditación o el yoga pueden beneficiar a aquellas personalidades estresadas -antes llamadas personalidad tipo A por sus rasgos de impaciencia y propensión al estrés-, ya que tienen un mayor riesgo de problemas cardíacos», apuntan los expertos.
Desde la infancia
Sea como sea, el Doctor Andrés Íñiguez ha insistido esta semana en que la prevención debe empezar en la infancia: «Debemos animar a los niños a hacer ejercicio y comer de forma saludable. Y responsabilizar de la creación de estos buenos hábitos a padres y educadores».
Por todos estos motivos, la FEC, la Sociedad Española de Cardiología y la Federación Mundial del Corazón impulsan una recogida de firmas para instar a todos los países a desarrollar estrategias nacionales para combatir las enfermedades cardiovasculares. «No solo debemos responsabilizar a los y las pacientes, sino que debemos exigir políticas públicas que fomenten una alimentación saludable, el ejercicio físico y campañas antitabaco», concluye la Doctora Pilar Valdovinos.