Carolina Payá: «La mente también es crucial para luchar contra la leucemia»

A la joven tarraconense le diagnosticaron la enfermedad cuando tenía 15 años. Un trasplante de médula ósea le salvó la vida

08 octubre 2024 17:23 | Actualizado a 09 octubre 2024 14:04
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Cada año 5.000 personas son diagnosticadas de leucemia en España. Muchas necesitan un trasplante de médula ósea para superar la enfermedad. Este es el caso de la joven Carolina Payá Vilà. «Recibí un trasplante de médula ósea a raíz de diagnosticarme una leucemia. Fue en 2018. Tenía 15 años, y una semana antes de cumplir los 16 años, el 26 de septiembre, me diagnosticaron la enfermedad», rememora la tarraconense.

«Sentía un cansancio extremo, me costaba levantarme de la cama, en el instituto no podía hacer educación física porque no tenía fuerzas. Además, me salían moratones por el cuerpo sin darme ningún golpe. Tras comentarle a mi madre como me sentía, acudí al CAP a hacerme una analítica. Tras ver los resultados, nos derivaron al Hospital Universitari Joan XXIII, donde me dieron el diagnóstico», relata Carolina, quien lo aceptó con madurez. «En lo único que pensaba era en empezar a luchar cuanto antes contra la enfermedad y saber de qué herramientas disponía para ello», asegura.

Primero ingresó en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, donde recibió tratamiento de quimioterapia durante ocho meses. «El cambio fue muy brusco. Pasé de ir al instituto, estar con mis amigos y salir cuando quería, a, cuando estaba ingresada, no poder salir casi de la habitación ni recibir visitas, estaba yo sola con mi madre», explica la joven tarraconense, de carácter sociable. «Aproveché los ingresos para conocerme mejor a mí misma», confiesa. Cuando salió del hospital quiso volver a la rutina, pero se encontró con el hándicap de que «me costaba más relacionarme, y entender a mis amigos».

El siguiente golpe fue la recaída. «Me ingresaron otros nueve meses. Fue entonces cuando se plantearon la opción del trasplante», relata, y añade que «la recaída fue un duro golpe tanto para mí como para mi familia. Más adelante supe que por la leucemia que tenía debieron haber optado por el trasplante desde un primer momento». En ese instante surgieron sentimientos de frustración. «Por un lado, me sentía orgullosa de los ocho meses de quimio, pero también sentí que había perdido el tiempo, ya que al final debía exponerme a una intervención compleja, invasiva y agresiva».

Cuando empezaba a ver la luz al final del túnel, la vida le dio un nuevo revés: «Tuvieron que posponer el trasplante dos meses porque cogí una infección estando inmunodeprimida».

En su caso, el donante fue su padre. «El porcentaje de compatibilidad entre él y yo era del 97%. No me lo esperaba para nada. Fue una sorpresa para ambos», afirma.

Se aferró a la esperanza. «El único factor de riesgo era que me encontraba muy débil después de una infección muy que me llevó a la UCI y temían que el corazón dejara de latir debido a los tratamientos de quimioterapia», explica Carolina Payá.

Por su tono de voz, nunca dejó de ser optimista. «Es crucial mantener una actitud positiva. La mente es muy importante para enfrentarse y luchar contra la leucemia y cualquier enfermedad. Lo digo por experiencia. Cuanto más decaída, mi cuerpo más resentido ha estado y más le ha costado luchar en los últimos años», asegura y reconoce que «hay que seguir para delante, porque si como a mí funciona el trasplante la lucha habrá merecido la pena, y si no, habrás vivido lo mejor que habrás podido en ese momento».

¡Tú puedes ser su donante!

Sea como sea, el pasado 26 de septiembre sopló las velas para celebrar su vigesimotercero aniversario. Una suerte que no corren todos los pacientes, ya que tres de cada cuatro no disponen de un donante familiar compatible. «Donar médula ósea ni duele ni es perjudicial para el cuerpo. Es un procedimiento similar a la donación de sangre. Te tumbas en una camilla, estas un rato y luego te vas. Para mí, es una de las donaciones más sencillas», afirma la joven tarraconense.

Durante 2023, según datos del Banc de Sang i Teixits (BST), entre campañas especiales y la atención en los hospitales de Tarragona, Reus y Tortosa, un total de 440 personas se inscribieron en el Registro de Donantes de Médula Ósea (REDMO), que gestiona la Fundació Josep Carreras, mientras que el BST colabora en la promoción de la donación. Asimismo, desde enero hasta agosto de este año ya se han apuntado 435 personas.

La Fundació Josep Carreras gestiona el Registro de Donantes de Médula Ósea (REDMO)

Àgueda Ancochea, responsable de Centros del Banc de Sang i Teixits, explica que «para ser donante hay que tener entre 18 y 40 años y un buen estado de salud; puedes inscribirte en el Registro de Donantes de Médula Ósea dirigiéndote o bien a un hospital con sede del BST o coincidiendo con una campaña de donación de sangre e informar al médico responsable de la entrevista que quieres ser donante de médula ósea». En este último caso, se procede a la extracción de una muestra de sangre que servirá para conocer la compatibilidad.

En cualquier caso, sigue explicando Àgueda Ancochea, «la inscripción solo significa que esa persona está dispuesta a ser un potencial donante en el caso de que cualquier paciente en el mundo necesite un trasplante». Esto es así porque el registro REDMO -que ya supera el medio millón de donantes inscritos en España- forma parte de la red World Marrow Donor Association (WMDA), junto a 105 registros de otros países.

Después, cuando se confirma la compatibilidad entre un donante y un paciente, «se contacta de nuevo con el potencial donante para que acuda al Banc de Sang i Teixits más cercano y confirme sus datos. Allí, se le extrae otra muestra de sangre para analizarla de nuevo». Si todo va bien, y los resultados son congruentes, se agenda una fecha para realizar la donación de médula ósea.

Por todo ello, la responsable de Centros del Banc de Sang i Teixits anima a dar el paso y hacerse donante de médula ósea: «Poder salvar una vida es un gesto muy valioso».

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