Más allá de las grandes ciudades, aunque sin olvidarlas, la Guía Repsol ilumina especialmente este año pequeñas localidades donde "valientes" han emprendido proyectos que suponen un valor añadido para su entorno y un foco que atrae turismo gracias a cocinas que han sido premiadas con su primer sol.
Es el caso de el restaurante Quatre Molins, de Cornudella. Este local rodeado por los paisajes más sugerentes del Priorat, es un restaurante tan confortable como sencillo.
Está inspirado en las casas de campo y resuelto en moderno utilitarismo. La madera y la forja que configuran su interiorismo nos hablan de los utensilios y oficios de la cultura del vino.
En pleno corazón del Priorat, en Cornudella está Quatre Molins, con Rafael Muria al frente. “El foco gastronómico se ha ido expandiendo más allá de las grandes ciudades y la gente busca más este tipo de sitios. Es importante que vengan visitantes porque el entorno se nutre también”, señala Rafael Muria, chef al cargo del restaurante.
La cocina de Quatre Molins está directamente relacionada con el mundo de la miel. “Este maravilloso producto nos inspira y nos aporta una fuente inagotable de posibilidades. Damos a nuestros platos un toque diferente, único e inconfundible de la mano de artMuria, apicultores del perelló desde 1810”, afirman.
El restaurante ofrece dos menús gastronómicos: menú degustación y menú espectáculo. También son contratables mediante diversos paquetes enoturísitics incluidos en la oferta de Rucuria y la bodega Ronadelles.
Ya contaba con una Estrella Michelín
Quatre Molins ya recibió una Estrella Michelín en 2020. Entonces, Muria aseguraba: “El mejor premio de todos ha sido la satisfacción de ver crecer un proyecto ilusionante, nuestra visión de una apuesta gastronómica. Gracias a todas las personas que nos acompañan para recordarnos continuamente quiénes somos y de dónde venimos, eso también es parte de nuestra esencia ...”.