De Ruta por Tarragona: El reino del agua

En la ruta de esta semana descubrimos cómo las precipitaciones han transformado el paisaje de las montañas de Tarragona, en especial, las piscinas naturales de las Muntanyes de Prades

04 julio 2024 07:00 | Actualizado a 26 marzo 2025 07:00
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El león sarraceno del valle Glorieta –encargado, según la leyenda, de presagiar la crecida del río del mismo nombre– ruge de nuevo con fuerza. ¿Es este el centésimo aniversario de la profecía? Como si quisiera saldar cuentas tras años de silencio, el agua golpea sin piedad la roca caliza, impulsada por las lluvias, y recupera las tierras que la sequía le había arrebatado. Sabedora de cuánto la anhelábamos, el agua alimenta los gorgs hasta colmarlos, salta de uno a otro con temeridad y compone una melodía que muchos creíamos olvidada. ¿Será suficiente para calmar la crisis que azota a la provincia? En la ruta de esta semana, descubrimos cómo las precipitaciones han transformado el paisaje de las montañas de Tarragona, en especial, las piscinas naturales de las Muntanyes de Prades.

Els Gorgs de La Febró
(Baix Camp)

La Febró es un municipio de las Muntanyes de Prades diminuto en población, pero enorme en parajes naturales. A pesar de ser una de las localidades con menos habitantes de Cataluña, alberga dos enclaves que cada año atraen a centenares de visitantes: Els Avencs, antiguo abrigo de conspiradores, y Els Gorgs de La Febró, un tridente de pozas de ensueño. La falta de precipitaciones había provocado la desaparición de una de las piscinas naturales, la que conocemos como El Gorg; sin embargo, las lluvias han recuperado su icónico salto de agua y, en consecuencia, la poza que añoraban los senderistas locales.

El acceso es sencillo. Tras aparcar en una de las zonas señaladas allá por el kilómetro veinticinco de la TV-704, se toma el sendero marcado por el Gran Recorrido (GR) 7. En los cruces presididos por mapas de señalización continuamos en dirección a Arbolí y, en algo menos de media hora, alcanzamos El Gorg. Si deseamos extender la ruta, continuamos en dirección a Arbolí por el Camí de Gallicant. En cuestión de minutos, estaremos ante El Gorguet, la piscina natural más pequeña de la formación. La Gorguina, la que en opinión de muchos podría ser la más bella a la luz de su cascada y dimensiones, nos obligará a cruzar al otro lado de El Gorg. Son tantas las bifurcaciones que conviene llevar un mapa de la zona. En cualquier caso, la encontraremos a poco que nos mantengamos cerca del río. Dada la cantidad de barro que se ha formado, además, se aconseja llevar botas impermeables de caña alta.

El Camí de les Terres del riu Gaià
(Alt Camp)

El Camí de les Terres del riu Gaià es un itinerario senderista que persigue las aguas del río creado por Sant Magí desde su nacimiento, en Santa Coloma de Queralt, hasta su desembocadura, en la playa de Tamarit. Es conocido por sus pasarelas de madera y puentes colgantes, rasgos que comparte con los recorridos más populares de la península ibérica, como el Parrizal de Beceite. Ahora que los paisajes han recuperado su vitalidad, vale la pena remontar el río desde El Pont d’Armentera hasta Querol, donde está El Gorg Negre.

Si bien el Camí de les Terres del riu Gaià es mucho más extenso, el itinerario más común propone dibujar una ruta circular que una los dos municipios anteriores. Es recomendable, por una parte, arrancar con las primeras luces del día y, por otra parte, hacer una parada a lo largo del camino, pues la ida y la vuelta suponen más de una quincena de kilómetros y cuatrocientos metros de desnivel positivo o ascenso. En el caso de que sólo queramos dar un paseo, podemos completar los primeros compases en un sentido o en otro.

El Toll del Forn (Priorat)

Otras pozas que habían palidecido en los últimos años son las creadas por el río Siurana a su paso, en especial las que están más cercano de pantano, esto es, el Toll del Forn, el Toll de la Palla y el de la Cinteta. Si bien el pantano está lejos de recuperarse -apenas almacena el 15% de su capacidad total a mediados de marzo- el río sí ha recuperado parte de su vigor. La ruta hasta la primera de las piscinas naturales es sencilla, de hecho, es uno de los recorridos senderistas más fáciles del Priorat. Para más inri, a quien esto le sepa a poco siempre podrá ascender hasta la otrora capital del valiato, Siurana, antes de regresar al punto de inicio, el pantano que querría renacer.

La Font de la Llúdriga
(Baix Camp)

Capafonts, pueblo de cuento de las Muntanyes de Prades, reconoce en su propio nombre la riqueza hídrica de su término. La Font de la Llúdriga, la más caudalosa de sus cincuenta fuentes, muestra su mejor cara con el cantar del río. A su encuentro se llega tras saludar las pozas de Les Tosques. Cuando el visitante se sienta en sus inmediaciones a recuperar el aliento, a duras penas acertaría a recordar aquel episodio capafontí en el que un vecino atrapó una nutria en el lugar: he aquí el origen del nombre de la fuente. La salida puede expandirse con la Cova de les Gralles, una cavidad por la que desciende una cola de caballo cuando, como en estas semanas, las precipitaciones han sido generosas.

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