La escultora, ceramista, pintora y galerista tarraconense es la artista invitada de la undécima edición de Montbriart. En 1991 abrió su propio estudio y desde entonces forma parte del sector creativo internacional
¿Qué supone para usted ser la artista invitada?
Aparte de un honor y de estar contenta de que hayan pensado en mí, la elección permite que el público pueda conocer más mi obra y cómo trabajo. Por lo que si cualquier persona quiere acercarse y hablar, estaré encantada.
¿Cuál es su huella artística?
Siempre he trabajado con la tierra, la he tenido como base, y siempre he modelado figuras. Por todo ello, a través de mis obras, además de la faceta estética y figurativa, transmito diferentes sensaciones, como por ejemplo sensibilidad, ternura... es decir, emociones positivas y bienestar.
Ha expuesto en países como Holanda, Alemania, Francia, Italia, las Islas Británicas, los Emiratos Árabes y Taiwán.
Me gusta viajar. Entonces, cuando hace tiempo que no salgo de Catalunya, tengo la necesidad de viajar. Para un o una artista es muy enriquecedor conocer la obra de otros artistas que no son de nuestro territorio, porque ves cómo trabajan, cuáles son sus fuentes de inspiración y cómo crean diferentes obras. Es una experiencia que todo el mundo debería vivir.
En 1991 abrió su propio estudio y desde entonces forma parte del sector creativo internacional
¿Cuál es el valor añadido de Montbriart?
Que entre todos, tanto el Ayuntamiento como los vecinos, abriéndonos sus casas, han conseguido el propósito de dar visibilidad al arte y a los artistas.
Es una oportunidad para que artistas noveles puedan darse a conocer.
Sí, ya que la muestra atrae a mucho público y porque son necesarios más espacios para dar visibilidad al arte.
¿Por qué es imprescindible compartir la pasión por el arte con otros creadores y creadoras?
Porque interactuar es enriquecedor. Por ello, soy partidaria de compartir el arte, ya que de lo contrario no evolucionas.
¿Cuál cree que es el estado de salud del arte?
Hay temporadas más buenas y otras no tanto. Actualmente, para la cerámica y el modelado es una muy buena época. Se organizan muchos cursos e incluso yo misma doy clases en el Port Esportiu de Tarragona. Hay mucha gente interesada, ya sea porque busca bienestar, por curiosidad, por afición... Tocar la arcilla es una experiencia muy agradable.