En la muestra Im-Perfectes, las hermanas Olga y Ester Besolí enseña una realidad que no se puede ver a simple vista porque se esconde detrás de la belleza y del glamour: cómo juzgan a las chicas por ser delgadas; cómo se drena un pecho recientemente operado; la obsesión y la presión por los regímenes, etc...
Forman la exposición 30 piezas entre cuadros, esculturas e instalaciones. También hay un audiovisual, un test de entrada, documentación y un espejo donde cada uno puede mirarse de pies a cabeza para finalizar la visita. La producción se encuentra en la sala Àgora del Ayuntamiento de Cambrils y está disponible para el público hasta el próximo 28 de marzo.
Los visitantes se topan, durante el recorrido, con una báscula, recortes reales de artículos de revistas sobradamente conocidas enganchados en los cuadros y otros muchos detalles que los hacen reflexionar sobre la temática.
La exposición se divide en secciones: los trastornos alimenticios y asociados, el mundo de la moda, los tratamientos quirúrgicos... y cada una va acompañada de paneles explicativos, con datos, estadísticas y definiciones.
Pero, además, hay una mesa con documentación que visitante puede consultar, con artículos de prensa y libros relacionados.
«Sólo te voy a dar un dato para que te des cuenta de que, después de la pandemia, el problema se ha acentuado. Tras el Covid, las operaciones en la cara han aumentado considerablemente en personas veinteañeras», confirma Ester Besolí.
Im-perfectes ya ha rodado por todas las Terres de l’Ebre y sus cuadros se han realizado a través de la técnica de pintura al óleo sobre tela.
La exposición cuenta con el apoyo de la Fundació Pere Mata y se enmarca en las Jornadas por la Igualdad de Género con el objetivo de mover conciencias y combatir esta presión estética.
Compromiso con las escuelas
Además, durante el mes de marzo, se realizarán visitas guiadas con estudiantes de primero de Bachillerato de los institutos de Cambrils para concienciar de los peligros de las redes sociales y de las imposiciones de belleza del sistema. Los talleres que se han ofrecido en los centros educativos constan del recorrido por la exposición, la proyección de un audiovisual y una charla sobre trastornos de conducta alimentaria.
La creación de las hermanas Besolí analiza por qué las personas no se sienten satisfechas con su cuerpo, por qué tienen inseguridades y baja autoestima y por qué se juegan la salud para cambiar su físico con regímenes, diuréticos, cosméticos, laxantes, y muchas veces también con vómitos, ayunos , operaciones de cirugía estética, amputaciones y otros intentos más de llegar a un estereotipo de belleza imposible de alcanzar. Una presión a la que, cada vez más, se sienten sometidos también los hombres, aunque en una medida infinitamente inferior a cómo afecta a las mujeres.
«Los y las jóvenes, que se pasan muchas horas en las pantallas, sufren la comparación constante con otras personas», añade Ester Besolí.
La idea de esta exposición tuvo su germen hace años, cuando Olga quiso proponerla para una obra de teatro, aunque el proyecto no fructificó. Desde marzo de 2014, cuando se recuperó este propósito, la exposición se ha convertido en un referente no sólo del arte, también educativo.
«Todas las obras que realizamos llevan un mensaje. Nos comprometemos mucho con las problemas que sufre la sociedad», finaliza Ester.
Un ejemplo se relaciona con la propuesta Víctimes del Maltractament (2003-2009), de denuncia contra la violencia de género o Històries d’un viatge (2005-2009), una exposición también multidisciplinar, con cuadros, fotografías y un vídeo documental, dedicada a descubrir el hecho migratorio mediante distintas historias personales.
La Sala Àgora se inunda estos días de la fuerza del arte y de la capacidad critica de dos hermanas entusiastas.