El Ayuntamiento de Salou ha ordenado el cierre de tres locales de ocio nocturno de la calle Carles Buïgas y alrededores por espacio de 15 días a contar desde hoy jueves 9 de julio. La medida puede recurrirse, según han confirmado fuentes municipales.
La razón del decreto de suspensión, que se notificó a las partes ayer miércoles por la tarde, se debe al incumplimiento de las normas y medidas de protección dictadas por las autoridades sanitarias, a fin de prevenir el riesgo de transmisión de la Covid-19.
Tras la notificación a los empresarios de las tres discotecas (Tropical Salou, Nikita y Enjoy Salou), ayer el alcalde de Salou, Pere Granados, acompañado del concejal de Dinamización Económica y Actividades, Hèctor Maiquez, y el de Seguretat Ciutadana, David González, argumentó el porqué de la decisión tomada tras el desalojo el domingo de madrugada de estos tres negocios.
El alcalde Pere Granados considera que el decreto de suspensión es un tema fácil entender: «Nos hemos visto obligados a cerrar los locales ante el flagrante incumplimiento de la normativa sanitaria que regula las actividades con la transmisión de la Covid-19».
La resolución SLT/1429/2020, de 21 de junio, del Departament de Salud de la Generalitat de Catalunya, regula las condiciones organizativas para el desarrollo de las actividades de discotecas y locales de ocio nocturno, en el marco de la crisis sanitaria. Y bajo este paragua, el domingo de madrugada la Policía Local de Salou apoyada por unidades de antidisturbios de Mossos d’Esquadra desalojaba los tres locales poco antes de la hora del cierre.
Mossos avaló la apertura
Los mismos locales, junto a otros cuatro, habían sido inspeccionados horas antes por una unidad regional de policía administrativa (URPA). Esta división de la policía autonómica se encarga de que los negocios relacionados con el departamento de Jocs i Espectacles acate el cumplimiento de la normativa de la Generalitat. Y todos los negocios de Salou inspeccionados el sábado a partir de la medianoche (los tres sancionados y otros cuatro más) pasaron la revisión de esta unidad administrativa de la Policía Autonómica sin problemas y pudieron abrir.
Uno de los empresarios afectados por el cierre de su local, Hilario Benítez, no daba crédito a la actuación del sábado ni a la suspensión de su actividad por un plazo de dos semanas (decreto que paralelamente va acompañado de un expediente sancionador). La patronal del sector Fecasarm ya ha dicho esta semana que el número de inspecciones (más d e un centenar) y las sanciones impuestas (por valor de más de 80.000 euros) dan pie a pensar en una persecución sospechosa.
Benítez argumenta que «somos un local con el certificado internacional para garantizar la seguridad sanitaria de nuestros clientes. Fuimos muy escrupulosos a la hora de adaptar el local al 50% del aforo, de vetar la entrada una vez estuviera lleno y pedir en muchas ocasiones a la gente que se abstuviera de ocupar los espacios y bailar para evitar problemas».
Benítez añade que «colocamos una barrera y seguridad en la puerta para cumplir la normativa y además la inspección de Mossos acreditó que cumplíamos los requisitos. Pero aún así nos señalan como culpables cuando el problema estaba en la calle, que con el cierre de muchos otros locales la gente acudía a nuestra puerta y no podíamos dejarles pasar con aforo completo».
Granados manifestó que «dando cumplimiento a la ley, no podemos tolerar el desarrollo de ninguna actividad que incumpla las normas sanitarias que tienen como objetivo preservar la salud de las personas, que es un derecho prioritario que requiere ser protegido». Apela a la colaboración y a la responsabilidad personal y colectiva de todos para el mantenimiento de un municipio seguro y el impulso de un destino turístico saludable, reforzado para reactivar su economía.
Y concluyó afirmando que «la mayoría de los locales y establecimientos de Salou actúan con total responsabilidad y respeto a las normas y medidas de seguridad y protección».