Sus Majestades los Reyes Magos lo han dado todo un año más para que todos los niños disfruten de sus regalos en esta jornada tan especial para los más pequeños. Después de un largo viaje desde Oriente y de una noche dejando regalos en todos los hogares, Melchor, Gaspar y Baltasar volvieron al trabajo por la mañana, recorriendo las calles de Cambrils entregando más regalos.
Decenas de familias madrugaron para no perderse la llegada de los Reyes. Pasaban unos minutos de las 9 de la mañana y la expectación crecía en la plaza del Pòsit. El claxon de varios coches anunció la llegada de Sus Majestades, lo que provocó un aumento de la emoción en la plaza.
Gaspar fue el primero en llegar, recibido entre vítores y aplausos. El Rey Mago, acompañado por sus pajes reales, recibió a los niños con caramelos. Poco tardaron en aparecer Melchor y Baltasar, recibidos también con un gran entusiasmo.
Antes de proceder a la entrega de regalos, los Reyes dedicaron tiempo a saludar a todos los niños y familias que salieron a la calle a esperarles, así como a hacerse fotos con los cambrilenses y comprobar, por última vez, que todos se hubieran portado bien.
Junto a la comitiva real llegaron camiones cargados de paquetes. Los pajes reales se encargaron de llevar cada regalo a la puerta de casa del niño que lo abriría. La emoción se cmultiplicaba cuando los niños se agrupaban frente a sus portales, a la espera de que un Rey Mago dijera su nombre. Cuando esto sucedía, algunos de los más pequeños no podían contener las lágrimas de la emoción.
Así, los Reyes Magos recorrieron las calles de Cambrils dejando ilusión en todos los hogares por lo que pasaron. Los niños tuvieron la oportunidad de ver y saludar a Sus Majestades, así como de abrir los regalos ante ellos y hacerse fotos con Melchor, Gaspar y Baltasar.
Marina, de 7 años, fue el claro ejemplo de la emoción de la mañana. Gaspar pronunció su nombre y ella corrió hacia él, le abrazó y abrió su regalo, una muñeca. Entre risas y nervios, Marina comentó al Diari que se portó «muy bien». «Me han traído la muñeca que pedí. Estoy muy contenta y voy a jugar mucho con ella», afirmó Marina. Su hermano Joan, de 4 años, no pudo encontrar las palabras para explicar la ilusión por su nueva bicicleta.
Así transcurrió una nueva mañana de Reyes en Cambrils, donde la entrega de regalos es ya un tradición con más de medio siglo de historia. Para garantizar que todo saliera bien, la jornada contó con la colaboración, un año más, de la Associació d’Antics Alumnes de La Salle Cambrils. La entidad proporcionó los voluntarios que permitieron que la emoción del día de Reyes llegara a todos los rincones de Cambrils.