Los grafitis en mobiliario público, fachadas e incluso en patrimonio arquitectónico es un problema para la imagen en El Vendrell y que además tiene un gran coste de eliminación.
Sin embargo es difícil identificar a los autores si no se les pilla in fraganti a pesar de que plasmen su firma y se intente hacer un seguimiento de todas las pintadas que realizan.
En El Vendrell son muchos los espacios privados y también públicos históricos que sufren el ataque de pitadas como los muros de la casa del Portal del Pardo, el edificio más antiguo del núcleo histórico.
La sanción administrativa puede llegar a los 3.000 euros. Ahora la nueva ordenanza de convivencia y civismo que estará a punto para mediados del próximo año contempla que las sanciones podrán rebajarse si el grafitero borra las pintadas en un plazo de 24 horas.
El objetivo es concienciar al autor de los daños que causa y sea responsable de la restitución.
En el caso de muros de viviendas y patrimonio histórico la sanción se incrementará. La reparación del daño a cargo del infractor deberá hacerse manteniendo la imagen del elemento o pared atacada. Pero las de edificios históricos es más complicada y debe realizarse por expertos.
La nueva ordenanza también contempla multar a quien deje a los perros atados a las puertas de comercios.