Las obras en Barenys 'tranquilizan' a los vecinos de La Salut de Salou

Residentes y comerciantes del barrio llevaban años esperando la canalización del barranco para evitar las inundaciones en las calles

03 febrero 2022 18:30 | Actualizado a 04 febrero 2022 17:59
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«Ya era hora». Es la frase que más se escucha estos días en la calle Barenys de Salou. Vecinos, jubilados y también curiosos siguen con atención, al otro lado de las vallas, el inicio de las obras de canalización del barranco. Con ellas deben desaparecer las inundaciones que desde hace años sufre el barrio de La Salut cuando se recoge gran cantidad de agua de lluvia en la cabecera de la riera, situada en el término municipal de Reus.

Residentes y comerciantes llevaban años esperando los trabajos debido a las enormes molestias y desperfectos que han tenido que soportar durante todo este tiempo, especialmente en garajes y plantas bajas e incluso en vehículos propios.

«Estas obras llegan con años de retraso, pero bienvenidas sean», explica Jordi Pineda, un vecino del Passeig Miramar que vive a escasos metros de la calle Barenys. «En nuestro caso nunca ha llegado a entrarnos agua en casa porque pese a que estamos en una planta baja los escalones de acceso que tenemos nos han protegido; pero en el coche sí me ha llegado a entrar estando aparcado aquí mismo», añade.

Los daños materiales sí se han hecho evidentes en su comunidad. «Justo en la calle de atrás sí han aparecido coches flotando debido a la cantidad de agua que se acumulaba en la calzada; han acabado chocando y provocando desperfectos en más de una ocasión en los muros de nuestro edificio», añade.

El propietario del restaurante Bufacaldos, Xavier Garcia, explica que los negocios de la zona siempre tienen que estar muy pendientes cuando el barranco baja. «Llevábamos muchísimo tiempo esperando estas obras. Yo mismo he sufrido daños en el chiringuito de la playa, aquí delante mismo, cuando el barranco ha bajado fuerte», explica.

Maite, una conocida vecina del barrio que lleva 60 años residiendo en la Salut, ni tan siquiera confiaba en las obras de canalización. «Pensaba que iba a morirme sin verlas», suelta.

Hay quienes, en cambio, han decidido instalarse en el barrio a raíz del anuncio de la canalización de Barenys. «Compré un piso aquí al lado hace un año», explica Joan Carles, un barcelonés que se ha trasladado a la zona aprovechando también que se transformará y mejorará con la desaparición de las antiguas vía del tren que dará paso al futuro Eix Cívic. «Con las obras y el tranvía ganaremos mucho», le explica a José Rubio, un aragonés ya jubilado cuya empresa construyó algunos de los primeros edificios que se levantaron en el Passeig Miramar en los años sesenta y que estos días sigue muy de cerca los trabajos.

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