El Ayuntamiento de Vandellòs i l’Hospitalet de l’Infant trabaja para disponer de un parque eólico de propiedad municipal de aquí a dos años. Se trata de una medida pionera que busca potenciar las energías renovables aprovechando un recurso inherente al municipio como es el viento y, al mismo tiempo, diversificar los ingresos del consistorio y reducir la dependencia de la nuclear. La instalación se ubicaría en unos terrenos municipales próximos a las centrales y constaría de cuatro aerogeneradores con una potencia de 20 MW. La inversión prevista ronda los 20 millones de euros.
«Es un proyecto muy ilusionante, con el que intentamos cambiar la estigmatización que tenemos a nivel municipal, siempre relacionado con la nuclear, para convertirnos en un municipio referente en energía renovable», explica al Diari el alcalde de Vandellòs i l’Hospitalet de l’Infant, Alfons Garcia. Aunque todavía se encuentra en un punto embrionario, el edil apunta que este parque puede ser el punto de partida para crear una comunidad energética que ofrezca recursos a precios más competitivos a los vecinos, al tiempo que genera ingresos para las arcas municipales.
Por el momento, el consistorio ha dado luz verde a la creación de una comisión que estudiará la fórmula para constituir una empresa municipal que se encargue de gestionar y explotar esta infraestructura. Además de cobrar por la energía generada que se conecte a la red, desde el equipo de gobierno contemplan la posibilidad de crear una comercializadora para vender esta energía, como ya se hizo en su día con IDETSA para el despliegue de la fibra óptica.
La comisión de estudio estará presidida por el alcalde y la integrarán tres funcionarios municipales (la secretaria, el interventor y el gerente de la empresa municipal de Promoció econòmica, IDETSA), junto a tres profesionales externos de carácter técnico, que son Maite Masià, exdirectora del Institut Català d’Energia; Jaume Marfà, abogado de la facultad de Derecho de ESADE; y el meteorólogo Santiago Parés, especialista en energías renovables y el sector eólico. En un plazo de dos meses, la comisión deberá emitir un informe con una propuesta que se volverá a votar en el pleno.
La idea inicial es crear una sociedad mercantil de titularidad 100% municipal, que en un futuro pueda llegar a convertirse en una sociedad de economía mixta con la incorporación de socios privados del sector eléctrico y de pequeños accionistas entre la ciudadanía. Para la inversión inicial, de unos 20 millones de euros, el Ayuntamiento tendrá que recurrir a financiación externa, bien en forma de préstamos bancarios o bien a través de algún socio privado, aunque el alcalde apunta que «nuestra voluntad es, si podemos, ir solos».
Condicionantes previos
El primer paso para crear el parque eólico se aprobó en el último pleno con los votos favorables del PSC, Junts, Cs y PP, la abstención de la FIC y ERC y el voto en contra de la CUP. Entre los argumentos en contra, hablaron de falta de información a la ciudadanía y pusieron en duda la idoneidad de la ubicación del parque desde el punto de vista medioambiental y su posible impacto al entorno.
Por su parte, el alcalde detalla que el parque se ha proyectado en unos terrenos que no están protegidos y que ya llevan dos años trabajándolo para que cumpla con todos los requisitos legales y ambientales. En este sentido, uno de los elementos a tener en cuenta es la protección del águila perdicera (cuabarrada) que está presente en las zonas naturales del municipio. Actualmente se está analizando su zona de nidificación para poder delimitar una zona de protección.
El Coll del Vent, un paraje con vientos de entre 5 y 8 m/s
El lugar escogido por el consistorio para la instalación del parque eólico es el Coll del Vent, en unos terrenos de titularidad municipal que se encuentran entre las dos centrales nucleares y la térmica. De acuerdo al Mapa de recursos eòlics de Catalunya, para la instalación de aerogeneradores se requiere una media de viento superior a los 5,5 m/s. En este espacio, soplan rachas de entre 6 y 8 m/s a 80 metros de altura. Para definir con exactitud la velocidad del viento que se alcanza en este punto del municipio, el Ayuntamiento encargará próximamente la instalación de una torre anemométrica que medirá durante 12 meses la fuerza eólica en las parcelas donde se ha proyectado el parque.