Abrir puertas a la naturaleza. «Que los ciudadanos vivan todo el territorio y no sólo la parte urbanizada», señala la concejal de Urbanismo de El Vendrell, Nuria Rovira. Unos nuevos accesos «a la vida tranquila, a la relación social y a la naturaleza». Una manera de practicar el slow life, la vida tranquila.
Con ese objetivo El Vendrell ha actualizado su itinerario de caminos. Son 71, lo que supone una veintena más respecto al anterior listado que data de 1992. En total suman 85 kilómetros, muchos de ellos desconocidos, pero de gran valor natural e histórico.
El inventario de caminos debe ayudar a diseñar políticas de movilidad y a conocer su titularidad, pública o privada para determinar quién debe hacer el mantenimiento y planificar acciones de divulgación y acondicionamiento.
La actualización del inventario ha ido a cargo del geógrafo Xavier Campillo, de la empresa Camí General. Señala un incremento de caminos porque el urbanismo es cambiante y la creación de nuevas infraestructuras también abre vías de paso y trazados.
¿Cómo puede aprovecharse el inventario de caminos? La concejal Nuria Rovira señala que permitirá posibilidades de ocio y conocimiento del territorio. En este sentido, un 12% de los trazados son antiguos caminos que sólo podían avanzarse con monturas o que eran ganaderos para el traslado de rebaños.
En este sentido los que tengan mayor valor histórico podrían ser declarados de interés local y acondicionarse para pasear. «Como una red de movilidad lenta o vida tranquila, una red que conecta a las personas de los diferentes núcleos a un ritmo diferente y que abre a la ciudadanía el entorno y el paisaje».
Algunos de los caminos inventariados están asfaltados y otros son de tierra que transcurren por las zonas más próximas a la costa y también por los espacios más montañosos con significativas diferencias.
Mientras los costeros son viales en su día diseñados para el paso de carros y delimitados por muros de piedra seca, los de montaña son antiguas carreradas para el paso de los ganados trashumantes.
También los hay históricos como el Camí Ral, con un origen en la Vía Augusta Romana, el Camí vell de Vilanova, vía de comunicación comercial o el Camí dels Masos con tramos empedrados, muros laterales, portales y una conducción de agua. También destaca el tramo inicial del Camí del Francàs que conserva carriles excavados en la roca.
En el imaginario de la iniciativa es que esa red de caminos sea un punto de conexión de la ciudadanía con la naturaleza y el aire libre para la práctica de senderismo o ir en bicicleta.
En esa malla de caminos de interés paisajístico y de actividad destaca los caminos Vell de Sant Salvador, del Sot Nou y el de Vilanova además del torrente del Aragall, la Via Vella y el Camí de les Torretes o la sección inicial del Camí de Roda.
Exposición pública
El inventario de caminos está en exposición pública hasta el 15 de octubre para que los vecinos puedan aportar información de los diferentes tratados y sugerencia que ayuden a su recuperación y destino que podría darse a los senderos.
«Los caminos -y no las carreteras- son la categoría más extensa de la red viaria, pero también la más menospreciada como infraestructura eminentemente rural o histórica», explican en El libro de los Caminos los geógrafos Xavier Campillo y Rafael López Monné.
Destacan el valor de esas vías que remiten a formas de desplazamiento y sistemas de transporte preindustriales.
«Y sin embargo los caminos satisfacen en el medio rural necesidades sociales y económicas fundamentales y plenamente actuales, no sólo en el campo de la agricultura y la ganadería, o de la silvicultura, sino también en ámbitos como el acceso a los núcleos de población, la gestión ambiental, la lucha contra incendios y la protección civil».
"Sin caminos no hay libertad"
Campillo y Monné destacan que esos caminos son infraestructuras que permiten «ejercer dos derechos fundamentales y complementarios que son el derecho a circular y el derecho a disfrutar del medio ambiente de una forma respetuosa y responsable». Así destacan que «sin caminos no hay libertad».
En este sentido destacan que esas vías históricas a través del turismo y el senderismo son un patrimonio cultural «y pueden convertirse en un equipamiento social y un recurso económico para los municipios».
En su trabajo El libro de los caminos reflexionan sobre esas infraestructuras viarias valorando sus potencialidades, sus problemáticas y cómo pueden integrarse en las políticas de infraestructuras y movilidad que diseñan los municipios.
Especialmente en zonas como El Vendrell que se enfrena a un crecimiento urbano y demográfico que debe planificar cómo preservar el territorio. Esos caminos en entornos naturales deben servir para ofrecer espacios de ocio natural integrados muchas veces en tramas urbanas para contribuir a la calidad ambiental.
Mira el inventario de caminos de El Vendrell: https://www.instamaps.cat/visor.html?businessid=992f9348daec0e9792ca677b58587530#14/41.2116/1.5181