El Ayuntamiento de Cambrils vivirá esta mañana, a partir de las 11.30 h, un pleno trascendental para el futuro político de la ciudad. Dos semanas después de que el gobierno municipal saltara por los aires, el alcalde, Alfredo Clúa, dimitirá de su cargo y dará paso a diez días para la configuración de una nueva mayoría. Se pondrá fin así a un gobierno formado hace tan solo un año y ocho meses.
Así lo reafirmó ayer el PSC, a través de un comunicado 24 horas después de que sus exaliados de Junts pidieran retomar el pacto de inicio de mandato (junto a ERC y Comuns), a cambio de dejar fuera al portavoz del grupo, Enric Daza. Los socialistas cargaron contra el líder juntaire y pidieron su dimisión inmediata por sus, dicen, «insinuaciones intolerables». Asimismo, consideraron que «cualquier desviación del plan (de dejar la alcaldía) sería una falta de respeto hacia Cambrils que la población no entendería».
La expulsión de Daza fue el detonante de la crisis de gobierno que desembocará en un cambio de alcaldía, ante la imposibilidad de aprobar los presupuestos municipales para el 2025. Por el momento, la republicana Camí Mendoza asumirá el cargo de forma accidental hasta que se vote un nuevo alcalde en un pleno extraordinario, hacia mediados de marzo.
La fractura entre las formaciones que se unieron tras las elecciones es total y todo apunta a que Oliver Klein (NMC) se convertirá en el nuevo alcalde, con los apoyos del PSC y el PP.
De hecho, los socialistas cargaron ayer contra las reacciones de sus exsocios vertidas los últimos días, que tacharon de «afirmaciones falsas y descalificaciones personales graves y decepcionantes». Por el contrario, se mostraron agradecidos a los partidos de la oposición, «que no han aprovechado el escenario para sumarse a un espectáculo deplorable».
A pesar de ello, desde el PSC aseguran que «a partir del sábado, estamos dispuestos a dialogar con todas las fuerzas sin excluir ningún escenario».
