El presidente del PP de Catalunya, Alejandro Fernández, ha reabierto su disputa con la dirección nacional de la formación, al acusarla de ser una «trituradora» de líderes del partido tanto en Catalunya como el País Vasco: «Hagas lo que hagas, al final Génova te defenestrará. No ha fallado nunca».
En el libro que acaba de publicar, 'A Calzón Quita' (La Esfera de los Libros), Fernández subraya que, después de 46 años, el PP «ha sido incapaz de convertirse en un partido ganador» en las citadas dos comunidades.
No es la primera vez que denuncia las «tutelas» y «bandazos» de la cúpula del partido en la calle Génova de Madrid, con la que en el pasado ya discrepó por los intentos de acercamiento a Junts.
«Mi partido ha probado de todo y nunca se ha podido consolidar como alternativa real. Si se ha probado de todo y nada ha funcionado, se tendrá que reconocer que estamos ante un problema estructural que nunca nadie ha querido o podido abordar adecuadamente», asegura.
Fernández repasa los liderazgos que ha tenido el partido en Catalunya y en el País Vasco y lamenta la «inestabilidad»: «Estamos hablando de una auténtica escabechina política e incluso moral».
«A Alejo (Vidal-Quadras) lo ficharon por duro y lo echaron por duro, y a (Josep) Piqué lo ficharon por blando y lo echaron por blando», indica Fernández, para argumentar que «no se trata de una cuestión de modelo ideológico», ya que tanto «duros» como «moderados» acaban viviendo el mismo destino: «la defenestración política».
En su caso, admite que desde que llegó a la presidencia del PPC ha estado «bailando ‘breakdance’ en el alambre».
«Desde el primer día, incluso antes de los malos resultados; y ahí sigo, en precario equilibrio, en el momento en que escribo estas líneas, aunque los resultados ahora sean mucho mejores», afirma.
«Mayordomos» de Génova
Al hablar de «tutelas» de Génova, dice que la dirección nacional «impone todo, candidaturas, mensajes, proyecto» y «si sale bien es gracias a su genialidad», pero si sale mal «es culpa del tutelado».
«Esa absoluta dependencia, tutela y, en consecuencia, sumisión hacia los postulados genoveses, degrada sin remisión el proyecto autonómico, precisamente porque lo hace inviable», apunta Fernández, para quien esto provoca que, en el PPC, se instale la sensación de que «lo esencial es ser buenos felpudos o mayordomos de Génova».
Sobre los «bandazos ideológicos», Fernández lamenta la destitución -en época de Pablo Casado- de Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz en el Congreso tras los malos resultados del PP en 2019.
«Tuvo consecuencias negativas, precisamente por trasladar un mensaje de apaciguamiento con el separatismo que permitió resistir un poco más a Ciudadanos, y a Vox emerger como supuesto gran defensor de los derechos y libertades de los no nacionalistas», señala.
En el actual contexto catalán, Fernández señala que el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha asumido el ideario nacionalista y defiende que, para erigirse como una alternativa real, el PPC no debe comprar «ni un solo marco mental nacionalista».
Feijóo evita polemizar con Fernández
Justamente este jueves, a preguntas de los periodistas en un foro organizado por El Español, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se ha referido al libro de Fernández: «A mí me parece muy bien que cada uno escriba su libro. Y, además, el título es muy potente».
También el vicesecretario de Cultura y portavoz del PP, Borja Sémper, evitó polemizar ayer miércoles con Fernández y se limitó a afirmar que siempre se ha sentido «muy satisfecho de pertenecer a un partido grande, de ámbito nacional».
«Eso es necesario hacerlo compatible con respetar la singularidad y la manera de entender la política del PP vasco o del PP catalán», remarcó Sémper en Lleida.