Es el coloso de los mares, el más grande. De hecho, todos los empadronados en Contantí cabrían en él si quisieran pasar las vacaciones juntos en alta mar. Y todavía impresiona más cuando uno se acerca al acero de su casco y se adentra por una de las puertas de acceso para el pasaje. Por delante quedan kilómetros de unos pasillos que parecen laberintos donde cuesta –al menos al principio- encontrar la salida o el destino. Pero también es una buena excursa para perderse por una ciudad florante. Así es el Harmony of the Seas, el último gran crucero de la empresa Royal Caribbean que ayer domingo surcó el Mediterráneo en su viaje preinaugural.
Todo dentro de esta inmensa ciudad flotante es todo un lujo y un atractivo para el viajero, desde el The Ultimate Abyss, el tobogán más alto del mar, con una caída de más de 40 metros –uno se tira de la cubierta 16 y llega al agua en la 6- hasta Central Park, un parque natural en el centro del buque con 10.587 plantas, 48 vides y 52 árboles. Y sin olvidar el original Bionic Bar, un local de copas donde los barmans son unos eficientes robots que te pueden servir desde un margarita a un daikiri en poco segundos. También destaca por sus espectáculos, como el musical Grease.
Con capacidad para 6.410 pasajeros distribuidos en 2.747 camarotes, el Harmony of the Seas se construyó durante 22 meses en un puerto francés. Para atender a todos los clientes está una tripulación de 2.100 personas, actualmente de 77 nacionalidades diferentes.
Sus 362 metros de eslora no lo convierten en el más grande, pero sí los 66 de ancho –un metro más que sus predecesores Allure of the Seas y Oasis of the Seas, de la misma compañía-. En sus 16 cubiertas se encuentran siete vecindarios diferentes, cada uno ambientado en un estilo diferente: Central Park, Boardwalk, Royal Promenade, la piscina y zona de deporte, Vitality at Sea Spa y el Fitness Center, la zona de entretenimiento y la zona joven.
Este verano
Ayer, en medio de una gran fiesta de inauguración, el crucero zarpó del puerto de Barcelona para realizar una ruta de dos días sin escalas. El objetivo era que los asistentes pudieran conocer cada uno de los rincones, de los servicios, de las curiosidades de este crucero que durante este verano realizará 22 salidas al Mediterráneo, con base en la Ciudad Condal y con escalas en Palma de Mallorca, Marsella, La Spezia, Roma y Nápoles. En otoño se marchará para iniciar rutas por el Caribe.’
