El presidente estadounidense, Joe Biden, y el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, hicieron gala este viernes de su sintonía en una reunión en el Despacho Oval de la Casa Blanca repleta de halagos, gestos de amistad y con una sola «fricción»: los aranceles de Estados Unidos a la aceituna negra.
Estas son las claves del encuentro, que duró casi una hora. Ambos líderes hicieron declaraciones al inicio y, luego, Sánchez habló a la prensa fuera del Despacho Oval ante un micrófono que, como él mismo dijo, había sido colocado un poco bajo para sus 1,9 metros de altura.
Intercambio de piropos
Los dos líderes se mostraron sonrientes y relajados ante la prensa. En el Despacho Oval, Sánchez definió a Biden como un «referente» en la defensa de la democracia y consideró que el mundo necesita un presidente de Estados Unidos «comprometido con hacer las cosas bien».
Posteriormente, en declaraciones a los medios, Sánchez repitió esos halagos y dijo que había visto «en forma» a Biden, de 80 años, y quien ha anunciado su intención de competir como candidato del Partido Demócrata en las elecciones presidenciales de 2024.
Por su parte, Biden empezó a hablar en el Despacho Oval agradeciendo a Sánchez la «hospitalidad» que le mostró en Madrid durante la cumbre de la OTAN del año pasado y, bromeando, dijo que se arrepentía de solo haber pasado una semana en la capital española, algo que arrancó una pequeña carcajada de Sánchez.
La aceituna negra
Pese a la armonía, Sánchez reconoció que el contencioso por la aceituna negra es un elemento de «fricción» en las «excelentes» relaciones con Estados Unidos, pero afirmó haber encontrado «receptividad» por parte de Biden para resolver este asunto.
En cualquier caso el problema persiste: Aunque la Organización Mundial de Comercio dictaminó en 2021 en contra de Estados Unidos por los aranceles que aplicaba a los exportadores españoles, que se situaban en el 35%, las medidas tomadas por este país -con nuevos cálculos y otros conceptos como el «antidumping»- solo han reducido en la práctica estos gravámenes hasta el 31 %.
Palomares: voluntad y risa
Además, la retirada de España de las tierras contaminadas de Palomares (Almería) por el accidente nuclear estadounidense de 1966 es otro asunto sin resolver en la relación bilateral, aunque Sánchez quiso recalcar en todo momento que ha habido «un avance» y «voluntad» para zanjar el asunto.
El jefe del Ejecutivo español no ocultó su prisa, porque señaló que se ha dispuesto que los equipos técnicos se reúnan «cuanto antes» para, «de una vez por todas, poder extraer estas tierras contaminadas y poder sacarlas de España».
Unidad en Ucrania
Los dos líderes se mostraron unidos en su apoyo a Ucrania frente a la agresión rusa. Fue uno de los primeros temas a los que ambos aludieron en sus declaraciones iniciales en el Despacho Oval.
Biden expresó su agradecimiento a España, que ha acogido 175.000 refugiados ucranianos desde el inicio de la guerra y también ha impuesto sanciones a Rusia, además de enviar material militar a Ucrania, incluidos tanques Leopard.
«Juntos estamos apoyando a Ucrania. No puedo agradecerle lo suficiente el apoyo significativo que ha dado a Ucrania, significa mucho. Y le agradezco su liderazgo y su alianza en este desafío», subrayó el líder estadounidense.
Sánchez, por su lado, reafirmó el compromiso de España con una «paz justa y duradera» y arremetió contra el presidente ruso, Vladímir Putin: «No hay que equivocarse, en esta guerra hay un agresor y una víctima, y el agresor es el presidente Putin», remarcó.
La cifra de migrantes
Por otro lado, la reunión no despejó la incógnita del número de migrantes latinoamericanos que acogerá España en virtud del reciente acuerdo anunciado con Estados Unidos y Canadá.
Por el momento, Sánchez explicó que la cifra exacta no se puede determinar porque irá en función de las necesidades laborales que haya en España.
Sin embargo, sí admitió que hay avances para fijar unas cuotas porque los ministros de Interior y Migraciones, que son los competentes en esta materia, están ya trabajando para concretar ese número.
Exploracion espacial
Por último, Sánchez aprovechó para anunciar que España se unirá al programa Artemisa, que fue impulsado por Estados Unidos con el objetivo a largo plazo de establecer una base permanente en la Luna que facilite el envío a Marte de misiones con seres humanos a bordo.
Ese acuerdo podría servir para dar un impulso a la recién creada Agencia Espacial Española, con sede en Sevilla y cuya misión es coordinar todas las acciones de España en el espacio, así como servir de interlocutora con el resto de instituciones similares en el mundo, como la NASA de Estados Unidos y la Agencia Europea del Espacio (ESA).