Desde que estalló la guerra en Ucrania los precios de los alimentos se han ido encareciendo para los consumidores finales. Tanto que el Gobierno se ha visto obligado a tomar medidas directamente sobre la fiscalidad de los alimentos básicos (un 0% para huevos, verduras, frutas, legumbres, pan, queso o leche; y un 5% para pasta y aceite) con el objetivo de rebajar los precios, pero el elevado encarecimiento de dichos productos hace que esta medida no tenga un gran efecto en el bolsillo de los españoles.
Productos tan elementales como la leche, el aceite, la fruta o la carne han subido tanto en solo un año que la cesta de la compra seguirá siendo mucho más cara que hace un año, pese a que los supermercados trasladen la rebaja fiscal correctamente a los precios de los productos, algo que además está en duda según asociaciones de consumidores como Facua, que ya han denunciado a siete cadenas por infracciones de este tipo.
El análisis de alimentos básicos llevado a cabo por la consultora DataMarket y consultado por este periódico indica que la leche se ha encarecido hasta un 146% (leche semidesnatada marca Hacendado, Mercadona) desde el 8 de enero de 2022. El aceite es otro de los productos que más ha sufrido el encarecimiento generalizado de los alimentos. Según este análisis que tiene en cuenta los precios de tres grandes cadenas de supermercados en España (Mercadona, Carrefour y Dia, que conforman el 40% de la cuota de mercado), el que más ha subido (82%) es el aceite de oliva de Hacendado (Mercadona).
En las frutas y verduras, lo que más ha subido de precio según este análisis es la malla de cebollas de 2 kilos de Carrefour, un 102% desde enero de 2022 hasta ahora (de 0,59 a 1,19 euros). También destaca el encarecimiento (77%) de la malla de naranja para zumo de 4 kilos de Dia, así como la bolsa de 1 kilo de zanahorias de la misma marca, que ha subido un 75% en un año.
Entre las carnes, lo que más ha subido es la costilla de vacuno de Mercadona, un 82%, y las costillas de cerdo de la misma marca, un 71%.
El problema es cómo se está trasladando la rebaja fiscal del Gobierno a los precios porque es muy difícil vigilar la evolución de los costes en los supermercados, con alimentos que fluctúan y costes de transporte que pueden subir o bajar dependiendo del día, lo que repercute a toda la cadena. El Ejecutivo ha anunciado que monitorizarán la aplicación de esta medida con el objetivo de que no se diluya y los consumidores noten la rebaja en su ticket de compra. Moncloa quiere que cuando salga publicado el dato de inflación de enero ya se refleje la rebaja de los alimentos.
Un estudio de Capgemini publicado este martes indica que muchos consumidores han comenzado a cambiar sus hábitos de compra preocupados por los precios y buscando marcas más asequibles. Los datos revelan que el 70% de los españoles prioriza la compra de marcas blancas, cinco puntos por encima de la media global. Asimismo, el 63% de los consumidores españoles dedica más tiempo que antes de la crisis a buscar promociones y descuentos en los productos que la media mundial, situada en el 58%. Además, a consecuencia del aumento del coste de vida, casi la mitad de los españoles -porcentaje similar a la media global del 44%- prevé reducir su gasto total en alimentación durante este año realizando menos compras.