Las autoridades libanesas elevaron este domingo a 45 el número de los muertos en el bombardeo israelí del viernes pasado contra un edificio en el que estaban reunidos líderes de la fuerza de élite del grupo libanés chií Hizbulá en un suburbio del sur de Beirut.
El Centro de Operaciones de Emergencia de Salud Pública, del Ministerio de Salud Pública libanés, anunció en un comunicado un nuevo balance de víctimas de ese bombardeo, que derrumbó completamente un edificio residencial y que dejó inicialmente un saldo de 37 muertos, incluidos al menos una docena de miembros de Hizbulá.
Aún continúan los trabajos de escombrar en busca de cadáveres o supervivientes, mientras que según las autoridades libanesas especialistas han empezado pruebas de ADN para determinar las identidades de los restos encontrados entre los cascotes del edificio de diez plantas, que se ubicaba en el suburbio de Dahye del sur de la capital libanesa, feudo de Hizbulá.
«Mientras continúan los trabajos de retirada de escombros por tercer día consecutivo (...) se ha comenzado a recoger muestras de los cuerpos de los mártires en los hospitales para realizar pruebas de ADN y determinar sus identidades», dijo la nota, reproducida por la agencia oficial de noticias libanesa, NNA.
Las autoridades libanesas aseguran que aún hay restos sin identificar, con lo que el número de víctimas puede aumentar según avanzan las labores de retirada de los escombros.
Hizbulá ha confirmado la muerte de al menos 12 de sus militantes en ese bombardeo, si bien ha ido informado en comunicados separados de la muerte de otros miembros del grupo en estos últimos días, sin aclarar si todos ellos perdieron la vida en el mismo ataque o en otros ataques israelíes contra el sur del Líbano.
Entre los miembros del grupo chií muertos en el ataque destaca al menos dos alto cargos de Hizbulá, Ibrahim Aqil y Ahmed Wahbi, que dirigían las operaciones de su cuerpo de élite Fuerzas Radwan.
Ese bombardeo israelí en el Dahye se produjo después de que la pasada semana dos olas de explosiones simultáneas en miles de aparatos de comunicación portados por integrantes de Hizbulá mataran a 37 personas e hirieran a casi 3.000 en el Líbano.
Esos ataques fueron seguidos por bombardeos israelíes contra decenas de aldeas en el sur del Líbano, y por el lanzamiento por Hizbulá de decenas de proyectiles contra el norte de Israel, donde afirmó este domingo haber bombardeado una base aérea y una fábrica de industria militar en la zona de Haifa.
El grupo chií libanés, aliado de Irán, anunció entre anoche y la mañana de este domingo la muerte de dos de sus militantes en esos ataques cruzados.