David Broncano y Lalachus no defraudaron esta medianoche en TVE. Estuvieron originales, naturales como la vida misma... Hasta campechanos, usando un término que recuerda al ex. Ya perdonarán el chiste facilón, pero ambos dieron... la campanada. Nos tienen acostumbradas las televisiones desde hace años a contemplar una pareja estática en el balcón de turno ante el reloj de la madrileña Puerta del Sol. Pues no, con Broncano y Lalachus fue diferente.
Al comienzo de la conexión, Lalachus apareció sola. ¿Había llegado tarde David? No. Se había subido a lo más alto del edificio, justo debajo del anuncio de Tío Pepe que corona el tejado de uno de los inmuebles de la Puerta del Sol. Amarró una cuerda y se deslizó hasta la terraza donde estaba su compañera. Al bajar, un primerísimo plano del culo del humorista. Y él que pedía perdón. Bien. Hay que saber, antes que nada, reírse de uno mismo.
Luego, Broncano y Lalachus hicieron de Broncano y Lalachus. Charla sin guión alguno. Gritos, megáfono en mano, a los cientos de personas que se congelaban metros abajo. Incluso, saludaron a grito pelado a Cristina Pedroche y Alberto Chicote, sus ‘rivalísimos’ de Antena 3 TV que estaban a lo suyo en otro edificio. ¿Alguna vez se había visto que un ‘enemigo’ televisivo saludara a otro una Nochevieja? No. Broncano y Lalachus rompieron los esquemas. Como hace La Revuelta.
Ambos hablaron en gallego, euskera y catalán (vale, aceptamos y que nos disculpen los lingüistas, que David lo hiciera en “valenciano”). David lo hizo penoso no, lo siguiente, pero se le agradece infinito el esfuerzo. No es un detalle banal. Es reconocer que España es plural. Y lo hicieron en la españolísima Puerta del Sol, frente a la sede de la Comunidad de Madrid, comandada por la españolísima Isabel Díaz Ayuso. Si Isa los vio se le debió amargar la Nochevieja. Como a muchos de los de “la unidad inquebrantable de la patria”.
No faltaron los mensajes de apoyo a los afectados por la Dana (imprescindible, claro), pero también a los agricultores cuando David se sacó unas aceitunas de su tierra, Jaén, del bolsillo. Chapeau! Y de Lala contra la gordofobia. ¡Que se coman su odio los carcas de las redes! También defendieron el derecho a una vivienda digna.
Para postre, casi no dan las campanadas. Seguían a lo suyo, charla que te charla, cuando sonaron los cuartos. Al acabar las campanadas, ¿con qué brindaron?. Con champín. Broncano no bebe y quiso ser consecuente. Además no querían consumir alcohol en la tele pública para “dar ejemplo”. Bien por David y Lalachus. Ya nos convenía aire fresco.