Obras de Manuel Chaves Nogales, de Joaquín Álvarez Quintero, las primeras versiones de Micky Mouse, Tintín y Popeye, varios cuadros de Dalí, Una habitación propia de Virginia Woolf, El ruido y la furia de William Faulkner o Adiós a las armas de Ernest Hemingway han pasado a ser de dominio público con la llegada del nuevo año. Así lo certificaron tanto la Biblioteca Nacional de España (BNE) como el centro para el estudio del dominio público de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, Estados Unidos.
Se trata de autores fallecidos en 1944 que al cumplirse 80 años de su muerte, pueden ser editadas, reproducidas o difundidas públicamente, según la ley de propiedad intelectual. Solo en la BNE hay 143, entre ellos escritores, periodistas, artistas, músicos y también científicos, historiadores, folcloristas, catedráticos o políticos. Ya está disponible, en abierto y para su descarga libre y gratuita en la Biblioteca Digital Hispánica, una selección de obras libres de derechos de estos autores.
Chaves Nogales o Nadal
Entre ellos se encuentran nombres tan conocidos como el de Manuel Chaves Nogales (Sevilla, 1897-Londres, 1944), uno de los periodistas más importantes de la primera mitad del siglo XX. Famoso por sus crónicas de viajes y por sus muchas entrevistas, escribió la biografía Juan Belmonte, matador de toros y en su exilio el libro de relatos A sangre y fuego.
O el de Joaquín Álvarez Quintero (Utrera, 1873–Madrid, 1944). Junto a su hermano Serafín (fallecido en 1938, cuyas obras están también en dominio público), marcó la tendencia teatral de principios del siglo XX. En su extensa producción se encuentran muy diversos géneros dramáticos, aunque predominan las comedias, las zarzuelas y los sainetes.
También destaca Eugenio Nadal Gaya (Barcelona, 1917-1944). Periodista, escritor y catedrático de Literatura. Autor de numerosos ensayos y artículos, en 1943 publicó su principal obra, Ciudades de España, concebida como una serie de artículos para la revista ‘Destino’. Murió prematuramente, a los 27 años. El equipo de la revista decidió crear un premio literario en homenaje a su memoria. El primer Premio Nadal se otorgó el 6 de enero de 1945 y recayó en la joven Carmen Laforet por su obra Nada, su primera novela.
Sólo cuatro mujeres
En el listado de 2025 solo figuran cuatro mujeres:
Laura Albéniz (Barcelona, 1890- 1944). Pintora e ilustradora que introdujo la modernidad en el dibujo español y contribuyó a forjar el Novecentismo.
Maria Emília Furnó (Barcelona, 1877-1944). Pedagoga y poeta, dirigió el centro femenino Institut Feminal y publicó el manual de urbanidad Nocions d’urbanitat i cortesia, además de varios libros de poemas.
Emília Coranty Llurià (Barcelona, 1862-1944). Es el primer nombre de mujer que aparece en las hojas de matrícula de la Escuela de Artes y Oficios de Barcelona. Emília Coranty y Francisca Sans Benet de Montbrió son las dos únicas alumnas que aparecen matriculadas durante el curso escolar de 1885-1886, entre los 496 alumnos de aquel año.
Isolina Muíños Búa (Pontevedra, 1866-1944). Escritora y maestra, publicó el Atlas de Geografía General y regional para ejercicios prácticos en las Escuelas Normales y colaboró en ‘El Progreso’ desde 1917.
Faulkner y Woolf
Entre las novelas destacadas de este 2025 se incluyen El ruido y la furia, de William Faulkner; Adiós a las armas, de Ernest Hemingway; Cosecha roja y El halcón maltés, de Dashiell Hammett; La taza de oro, de John Steinbeck; El misterio de las siete esferas, de Agatha Christie; la versión original en alemán de Cartas a un joven poeta de Rainer Maria Rilke y Una habitación propia, de Virginia Woolf.
Para su novela, Faulkner escogió el título de un verso de Macbeth, de Shakespeare, un lamento sobre el sinsentido de la vida, y la publicó el 7 de octubre de 1929, la víspera de la Gran Depresión. Faulkner recibiría el Nobel veinte años después, en 1949. Por en medio, una Guerra Mundial, el Holocausto, Hiroshima, Nagasaki y la Guerra Fría. En su discurso manifestó: «Nuestra tragedia actual es un temor general en todo el mundo, sufrido por tan largo tiempo que ya hemos aprendido a soportarlo. Ya no existen problemas del espíritu; sólo queda esta interrogante: ¿Cuándo estallaré?». A pesar de todo, manifestó que «el hombre prevalecerá. Creo que es inmortal».
También Virginia Woolf hizo referencia a Shakespeare con su ensayo Una habitación propia. La británica consideraba que las mujeres dispondrían de libertad para escribir cuando tuvieran libertad económica. «Una mujer debe tener dinero y una habitación propia para poder escribir novelas» de la misma calidad que las de Shakespeare.
Mickey Mouse: ¡Hot dogs!
Se liberalizan las primeras versiones del ratón Mickey, incluyendo su primera aparición hablando, en The Karnival Kid –El chico del carnaval–, donde estrena sus guantes blancos: «¡Hot dogs! ¡Hot dogs!» fueron sus palabras. También las primeras películas sonoras de Clara Bow, (The Wild Party/La loca orgía), dirigida por Dorothy Arzner; Alfred Hitchcock (Chantaje), Cecil B. DeMille (Dinamita) y John Ford (The Black Watch). Igualmente, el último largometraje mudo de Keaton (Marido por despecho), dirigido por Edward Sedgwick o la primera película de los Hermanos Marx, dirigida por Robert Florey y Joseph Santley (The Cocoanuts/Los cuatro cocos). De igual modo, entran en el dominio público las versiones iniciales de Popeye el marino y Tintín.
Música
Este 2025 se incluye música de Fats Waller, de películas y musicales. No obstante, únicamente las composiciones musicales entran en el dominio público, no así las grabaciones de esas canciones. En la lista se encuentran, entre otros, Cantando bajo la lluvia, letra de Arthur Freed, música de Nacio Herb Brown; Bolero, de Maurice Ravel; Un americano en París, poema sinfónico de George Gershwin; Esperando un tren, letra y música de Jimmie Rodgers o De puntillas entre los tulipanes, letra de Alfred Dubin, música de Joseph Burke.
Arte
Los Placeres iluminados de Dalí, Las acomodaciones de los deseos y El gran masturbador serán asimismo de dominio público. Se trata de pinturas de la época francesa del pintor, cuando Dalí estuvo en París, perteneciente al movimiento artístico surrealista.