China confirmó este lunes que su portaaviones Liaoning formó parte de la última oleada de maniobras militares alrededor de Taiwán, denominadas Joint Sword-2024B (»espada unida», en inglés), en los que reproduce el bloqueo y toma de control de puertos y áreas clave de la isla.
El portavoz Li Xi del Comando del Teatro del Este del Ejército Popular de Liberación (EPL) chino confirmó hoy que el portaaviones «formó parte de las maniobras» para transportar tropas.
En los últimos días, Taiwán ya había avisado de que el Liaoning, el más antiguo de los tres portaaviones del gigante asiático, estaba navegando por aguas aledañas a la isla, dirigiéndose hacia el sureste de la isla Yonaguni, en el extremo meridional de Japón.
Asimismo, Japón protestó el pasado miércoles a China por la navegación del portaaviones en una zona contigua a sus aguas territoriales al sudoeste del archipiélago, lo que supone la primera incursión de este tipo y fue calificada por Tokio como «muy preocupante».
Las maniobras de hoy implican a los ejércitos de tierra, mar, aire y cohetes, y son similares a las que China realizó en mayo pasado, también en el estrecho de Taiwán y en torno al territorio autogobernado cuya soberanía reclama Pekín.
El Gobierno chino advirtió entonces que volvería a «tomar contramedidas» contra Taiwán si «las fuerzas secesionistas que buscan la independencia siguen provocando», y hasta que se lograse la «reunificación completa» del país.
La de hoy es la quinta vez en que China recurre a este tipo de maniobras desde 2022, cuando llevó a cabo las primeras de este calibre en respuesta a la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, a Taiwán, que enfureció a Pekín y elevó la tensión en el Estrecho a límites inéditos en décadas.
La isla es uno de los principales motivos de fricción entre China y EE.UU., ya que el país norteamericano es el principal proveedor de armas de Taiwán y podría intervenir para defenderla en caso de conflicto.